El Concello buscará un emplazamiento para reubicar el antiguo molino de A Gramela, que fue desmontado hace más de 30 años y cuyos restos se amontonan en una nave de A Grela. El grupo municipal del BNG exige desde hace años su reconstrucción en el Agra do Orzán, en concreto, en el parque del Observatorio, tal y como demandan los residentes en la zona. El Gobierno local, en respuesta a una pregunta escrita planteada por los nacionalistas, informa de que reubicar la estructura en el área demandada por los vecinos podría retrasar el proceso, ya que una sentencia judicial cambió la calificación urbanística de los terrenos del antiguo convento de las Adoratrices.

El fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que fue recurrido en casación por el Ayuntamiento, puede implicar que el área verde incluida en el proyecto del parque del barrio se reduzca unos 3.000 metros cuadrados. "La reciente sentencia judicial dificulta la elección de esta localización propuesta por los vecinos como lugar de reconstrucción en un breve plazo", advierte el Ejecutivo local en respuesta al BNG, al tiempo que indica que tampoco es posible situarlo en la ubicación original, al borde de la meseta de la parte superior del Agra, ya que el espacio es "insuficiente".

El Concello, por tanto, baraja otras opciones, entre las que enumera el parque de San Pedro de Visma y el de Bens o la "espina central" del polígono de San Pedro de Visma. El Gobierno municipal, no obstante, se compromete a contar con la opinión de los residentes en el barrio a la hora de decidir dónde reconstruirá el molino. Antes de juntar las piezas, el Ayuntamiento advierte de que es necesario "ampliar" los estudios realizados, ya que en los archivos no se localizaron planos relacionados con el desmontaje del molino. Marea Atlántica incide en la importancia de que la reconstrucción contenga "la identidad tipológica y etnográfica" de la estructura para restituir la memoria histórica.

Las piedras del molino, que tenía más de siete metros de alto y una superficie de casi 23 metros cuadrados, permanecieron numeradas y amontonadas en el parque de Santa Margarita desde que fue desmontado, en 1984, hasta 2013, cuando el Concello decidió trasladarlos a la nave municipal de A Grela debido a su estado de deterioro.

El exalcalde Francisco Vázquez decidió desmontar la construcción durante su primer año de mandato porque consideraba que se habían convertido "en un tapón" para el desarrollo urbanístico del Agra. El Gobierno local prometió entonces que los sillares volverían a colocarse en algún otro lugar del barrio, pero 32 años después el molino, que destacaba por su buen estado de conservación, continúa deshecho. Desde su emplazamiento original, en la confluencia de la avenida de A Gramela y la calle Alcalde Lens, recordaba que antaño la mayoría de residentes en el barrio se dedicaban a la agricultura. El lugar lo ocupan ahora dos bloques de viviendas.

El parque de Santa Margarita, en el que se amontonaban las piedras del molino de A Gramela, albergó en su día estructuras similares, que dejaron de funcionar a finales del siglo XIX. Tanto el BNG como los vecinos del Agra do Orzán reclaman desde los años ochenta la reconstrucción de la estructura.