La expropiación de terrenos para la construcción de un campo de fútbol para el club Relámpago de Elviña fue el origen de todo el proceso urbanístico que recibe el nombre de ese equipo. A finales de los años ochenta, el Ayuntamiento expropió 44.673 metros cuadrados para crear ese terreno de juego, así como para abrir un nuevo acceso al polígono de Pocomaco, al que hasta entonces solo se podía llegar desde O Birloque.

La investigación interna encargada en 2012 por el Gobierno local del Partido Popular descubrió que el Concello solo tenía registrados a su nombre 23.884 metros cuadrados, por lo que hubo 9.499 metros cuadrados por cuya adquisición había pagado que pasaron a otras manos sin coste alguno.

El informe municipal consiguió determinar que esa superficie había sido incluida como parte de las propiedades de 8 empresas inmobiliarias que formaban parte de la junta de compensación del polígono de Someso, pero que las parcelas no figuraban inscritas en el catastro ni en el Registro de la Propiedad. Otro aspecto destacado por la investigación es que el Ayuntamiento dirigido por Francisco Vázquez disponía de la documentación que le habría permitido recuperar esas propiedades, pero que no tomó ninguna iniciativa para defender sus derechos.

Otro de los acuerdos lesivos fue la venta por el Concello vendió a la junta de compensación de 1.950 metros cuadrados de vivienda libre para que se levantasen viviendas de protección. La venta se hizo a precio de suelo protegido, 323 euros el metro cuadrad, aunque el suelo libre se pagaba a 835 euros. El Ayuntamiento costeó además los gastos de urbanización y perdió en total 1,1 millones de euros. Pero además se incumplieron las condiciones de la operación porque las viviendas no se construyeron y además la venta fue irregular porque no se convocó el concurso público exigido por la Ley.