El proyecto de la estación intermodal genera en los últimos días un conflicto entre la Xunta y el Concello por la actitud de cada una de estas administraciones acerca de los pasos seguidos para poner en marcha esta actuación. Tras el cambio de Gobierno local, representantes de las concejalías de Mobilidade Sostible y de Rexeneración Urbana se reunieron con los de la Dirección Xeral de Mobilidade, pero los últimos encuentros entre ambas partes reflejan una disparidad de criterios que se traduce en un cruce de acusaciones sobre la responsabilidad de cada una de ellas en esta actuación.

Si el lunes el Concello salía al paso de las manifestaciones de la Xunta sobre la necesidad de que asuma sus compromisos en el proyecto y defendía la entrada del Ministerio de Fomento en las negociaciones para que se definan de forma correcta todos los aspectos, ayer fue la Dirección Xeral de Mobilidade la que replicó para recordar que este departamento envió el 26 de febrero al Concello y a ADIF una propuesta de convenio en la que se detalla cuál será la función de cada administración en el proyecto.

Fuentes de la Consellería de Infraestruturas señalan que, a la vista de este texto, el Gobierno local debería ahora efectuar sus aportaciones y niegan, como afirmaron los responsables municipales, que sea necesario conocer los resultados de los estudios realizados sobre el tráfico de autobuses para diseñar el aparcamiento para automóviles previsto en el complejo, aunque el Ejecutivo municipal también justificó su necesidad para proyectar los nuevos accesos a la estación. La consellería aclaró que esos informes se terminaron a principios de este año y no en verano como afirmó el Concello y que se le facilitarán, ya que deben hacerse públicos al licitarse el proyecto de construcción de la intermodal.

El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, había advertido de que la "generosidad" municipal "no se puede traducir en un cheque en blanco" y reclamó que si el Concello financia el aparcamiento y una plaza que sirva de acceso a la intermodal, esos terrenos pasen a su propiedad, aspectos sobre los que la consellería no se pronunció ayer.

El borrador de convenio enviado al Concello y a ADIF, organismo dependiente del Ministerio de Fomento, sustituirá al firmado en 2009 para desarrollar este proyecto y establece qué competencias tendrá cada una de las administraciones en la actuación, aunque tanto la estatal como la municipal aún deben manifestar si están de acuerdo con este planteamiento, que a continuación se detalla.

EADIF. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias deberá redactar el proyecto de construcción de la nueva estación del ferrocarril y ejecutar las obras, así como las que permitan mejorar la circulación entre los barrios situados a ambos lados de la terminal. También tendrá que ceder de forma gratuita los terrenos necesarios para la construcción de la estación de autobuses y el aparcamiento para turismos.

EXunta. La Consellería de Infraestruturas deberá redactar y ejecutar el proyecto de la terminal de autobuses metropolitanos de la intermodal, que se situará a un nivel intermedio entre el de las vías del tren y la avenida de A Sardiñeira. Otro de sus cometidos será construir el aparcamiento para turismos que se instalará bajo las dársenas de los autobuses, al mismo nivel que se encuentran ahora las vías del ferrocarril.

EConcello. La administración municipal tendrá que contribuir a la financiación del aparcamiento para automóviles, que será gestionado además por el Ayuntamiento, así como cambiar el plan general para establecer los nuevos accesos a la intermodal. El anterior proyecto fijaba la entrada de los autobuses a la ciudad por la avenida de Salgado Torres y su posterior acceso a la estación por Joaquín Planells mediante un viaducto elevado que ahora se ha desechado. La nueva propuesta sitúa la entrada por las avenidas de San Cristóbal y Arteixo, tras lo que se accederá a la de A Sardiñeira gracias a dos nuevas rotondas. El ingreso en la estación se hará mediante una nueva plaza en A Sardiñeira que además servirá como intercambiador entre los buses urbanos y los metropolitanos.