Al menos cuatro colegios privados de la ciudad, todos situados a las afueras, han sido objeto de robos este mes. Tres se produjeron el mismo día, el pasado sábado 5, y sus responsables denunciaron haber sido víctimas de los ladrones, que se llevaron sobre todo dinero; el cuarto ocurrió el último fin de semana, ya que el centro informó en la mañana del lunes a la policía de que alguien había entrado a robar. Es el Colegio Obradoiro, que se suma al de Jesuitinas, el Internacional de Eirís y Montegrande en la lista de centros de enseñanza asaltados en menos de un mes.

La Policía Nacional puso en marcha una investigación a comienzos de marzo a través de la brigada de Policía Científica y Judicial para identificar a los presuntos autores de los tres primeros robos. Al cometerse todos el mismo día y en colegios similares en distintos puntos de las afueras de la ciudad donde las vías de salida son más rápidas tras asaltar los lugares, las sospechas recaen en una banda o grupo organizado que opera de forma itinerante, según ha podido saber este periódico.

El golpe delictivo en el Obradoiro se produjo forzando el acceso principal al centro y las puertas de algunos despachos y cajas fuertes, de donde desaparecieron cheques, tarjetas regalo y dinero en efectivo. Los ladrones rompieron incluso elementos del sistema de seguridad y se hicieron con grabaciones recogidas por las cámaras para evitar que sus movimientos quedasen registrados y posteriormente vistos por los policías.

También dinero, hasta 6.000 euros, desapareció tras el asalto el Internacional de Eirís, al que los delincuentes entraron mediante la manipulación de la entrada. Otros 3.500 euros fueron sustraídos de una caja fuerte en el colegio Jesuitinas, según denunció el centro después de comprobar que las puertas de acceso habían sido rotas y el depósito del dinero abierto. La dirección del Montegrande también denunció la entrada de personas ajenas al recinto educativo, aunque en el momento de ponerse en contacto con la Policía Nacional desconocía qué botín se habían llevado los ladrones.

El dinero es el objetivo de los asaltantes, según deducen los investigadores por la estrategia seguida en cada actuación. Los agentes han acudido a los centros afectados para hacer inspecciones oculares y tratar de encontrar huellas. De ser detenidos, los autores de los hurtos serían imputados con un delito de robo con fuerza que el Código Penal castiga con prisión de hasta cinco años.

Marzo registra hasta ahora cuatro asaltos en colegios privados de la ciudad, pero en lo que va de año ha habido al menos otros dos denunciados y de los que también se desconocen los autores: uno en el centro Karbo, en Os Mallos, en febrero y otro en el centro de Primaria Infantil Nós, que no tiene sistema de alarma; en el primero los ladrones se hicieron con dinero y ordenadores de un proyecto.