Quince días de trabajos para la comunidad y el pago de una multa de 270 euros. Esa es la pena que le impuso el magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña a un joven que utilizó una tarjeta falsa para estacionar en una plaza reservada para minusválidos situada en la confluencia de la ronda de Outeiro con la calle Mariana Pineda. El procesado fue descubierto en febrero de 2013 por agentes de la Policía Local, quienes lo interceptaron cuando se disponía a subir a su vehículo, un BMW. Los funcionarios comprobaron que la tarjeta había sido manipulada, ya que era de menor tamaño que las originales, carecía de reverso y le faltaba el escudo de España y las estrellas del modelo europeo.

El imputado reconoció los hechos antes del juicio y aceptó ser condenado por cometer un delito de falsificación de documento oficial, por lo que la vista no se celebró y el juez dictó sentencia oral en la sala. El acusado fue condenado a dos meses y 15 días de cárcel, pero la pena de prisión fue sustituida por 15 días de trabajos para la comunidad y una multa de 270 euros.