Un nuevo intento de que la ciudad y los concellos de la comarca dejen de ir cada uno por su lado. En esta ocasión, con mesas por áreas como el transporte, el urbanismo, la ría o la basura. El Ágora acogió ayer la constitución de las primeras comisiones, de las que formarán parte concejales y trabajadores municipales relacionados con cada sector. Mañana, en el pazo de Mariñán, los alcaldes escenificarán el inicio de lo que pretende ser un trabajo conjunto más regular y técnico y no únicamente marcado por el tono político de las relaciones metropolitanas en los últimos años, con caballos de batalla como la basura y el agua. Desde los municipios del área celebran que se abra esta nueva etapa mientras no se concreta la integración de A Coruña en la Mancomunidad, un órgano también en el aire.

Las reuniones comenzaron con urbanismo, ría de O Burgo y movilidad y siguen hoy con la gestión del ciclo del agua, la basura y la estrategia de desarrollo Eidus, ligada a la petición de subvenciones europeas. En el caso de la ría -una comisión que presidirá el cullerdense José Ramón Rioboo-, se trataron cuestiones como implicar en su cuidado y aprovechamiento a los concellos no colindantes, puesto que la salud de sus cursos fluviales afecta a la desembocadura. Apostaron por diseñar e introducir unidades didácticas específicas sobre el asunto en todos los colegios de la comarca.

La idea, según explicó el pasado fin de semana el alcalde coruñés, Xulio Ferreiro, es articular medidas "concretas para aplicar al día siguiente" y desarrollar otras con vistas al futuro, como compartir servicios o elaborar el primer plan de movilidad metropolitano de A Coruña y As Mariñas.

Dos de los ámbitos claves, y los que han causado mayores desencuentros, protagonizarán mañana sendos grupos de trabajo conjunto: basura y agua. Son dos mesas creadas a petición de los concellos de la comarca como asuntos de "máxima prioridad" para ellos.

Sin duda, la gran patata caliente es la basura. La comarca, descontenta con el sistema de recogida y con el funcionamiento de Nostián, no participa directamente en su gestión, sino que es de facto un cliente. Para que cambie esta situación, desde el consorcio han reiterado que deben solucionarse los problemas desde su origen. Los bajos índices de reciclaje, muy por debajo de los prometidos, es uno de los conflictos con el área, que paga un recibo más elevado que el de A Coruña.

En este sentido, queda por saber qué hará Arteixo, cuyo alcalde, el popular Carlos Calvelo, anunció que gestionaría directamente el servicio, rompiendo la alianza con el resto de municipios, algo que ha bloqueado la transformación del Consorcio en Mancomunidad (obligada por ley).

La gestión del ciclo del agua será la segunda de las mesas sectoriales de hoy. Los concellos del área pagan casi el doble por el servicio que A Coruña y siempre exigen que el superávit Emalcsa no se invierta en mejoras de las infraestructuras. El pasado diciembre, el alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, remitió una carta a la compañía para demandar la participación activa de todos los municipios que reciben sus servicios, lo que supondría una transformación radical de la empresa pública, con capital 100% municipal coruñés. A Coruña abrió por primera vez la puerta a esta posibilidad, siempre que mantenga su carácter público y con entrada en el accionariado en el área de influencia, entendida "en un sentido amplio".