Entrar ayer en el parque de Santa Margarita fue como viajar por una dimensión paralela en la que el conocimiento y la diversión se dieron la mano para divulgar los encantos y misterios de la ciencia. Ilusiones ópticas, imanes, experimentos para crear colores, constelaciones de estrellas y planetas explicados por entidades, colectivos y centros educativos convivieron con el ajedrez, las carreras, lanzamientos de aviones de papel, espectáculos de magia y estructuras hinchables en la vigésimoprimera edición del Día de la Ciencia en la Calle, organizada por la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias y los Museos Científicos Coruñeses.

La jornada congregó a numeroso público por la mañana, más reducido por la tarde por culpa de la lluvia, aunque no faltaron los "incondicionales", recordaban los organizadores. El Día de la Ciencia tuvo protagonistas novedosos, como personajes de la saga Star Wars, y aspectos entrañables, ya que el colegio Marista Cristo Rey rindió homenaje al biólogo Quique Santillán, fallecido en marzo, quien había llevado a su centro a todas las ediciones de la Ciencia en la Calle. La carpa de Maristas apareció con un corazón de globos en homenaje y recuerdo del profesor.

Lo que en cambio faltó este año fue la celebración de algunas actividades que se habían hecho tradicionales, como el lanzamiento de 1.000 globos desde una red o la carrera de caracoles, en el primer caso por orden del área municipal de Medio Ambiente al entender que es una iniciativa contraria a sus principios, y en el segundo por quejas de colectivos animalistas.

El alcalde, Xulio Ferreiro, y el concejal de Culturas, José Manuel Sande, acudieron al parque de Santa Margarita. Los museos científicos coruñeses tuvieron jornada de puertas abiertas todo el día.