El cierre al tráfico, excepto al transporte público, de la superficie de la Marina el pasado 8 de abril ha incrementado el flujo de vehículos que hacen uso del millonario túnel. Según los datos que maneja el Concello para la última semana de mayo, el número de coches se incrementó en un 51% con respecto a diciembre de 2015, cuando todavía no se podía salir o entrar por La Solana, alcanzando una intensidad media diaria de 24.849 automóviles.

El aumento del tráfico no es homogéneo en sentido entrada y salida. El mayor incremento se ha producido en dirección a Alférez provisional, donde ascendió un 55,1% -pasa de una media diaria de 9.083 coches en diciembre a 14.091 en esta semana de mayo-, mientras que en dirección Orillamar u O Parrote la subida ha sido del 20,7% -pasando de una media de 8.910 vehículos en el último mes de 2015 a 10.759 en mayo-.

Esta dispar evolución se debe a la dificultad de los conductores para incorporarse al túnel en sentido María Pita-La Solana, ya que no pueden acceder a la avenida do Porto (antes Alférez Provisional) desde la calle Fontán -en la zona de la plaza de Ourense- ni desde la calle Entrejardines realizando un giro a la izquierda.

La propuesta del Concello es que los conductores que procedan de la avenida de Arteixo y quieran acceder a Monte Alto giren en la plaza de Ourense hacia Sánchez Bregua y después hacia Juana de Vega para llegar luego al paseo marítimo a través del túnel existente en esa calle, aunque también pueden circular por San Andrés y Panaderas hasta la plaza de España. Otra opción para quienes procedan de la avenida de Arteixo es girar hacia la derecha en Juan Flórez y descender por Marcial del Adalid hasta Linares Rivas, donde podrán seguir hasta la plaza de Ourense para tomar la avenida do Porto.

Marcial del Adalid se convierte así en la última opción para utilizar los túneles para quienes se sitúen por encima de la calle Juan Flórez, ya que una vez superado ese punto tan solo podrán dirigirse por el paseo marítimo o San Andrés. El problema que supone la entrada en la avenida do Porto para quienes proceden del margen contrario de Linares Rivas llevó hace años al Ayuntamiento a autorizar el giro a la izquierda en la avenida de La Marina a la altura de la Autoridad Portuaria, con el fin de permitir el acceso al túnel de María Pita, lo que supuso una excepción a la regla general en el municipio, en el que por norma se prohíben los desvíos a la izquierda.

Al margen de estos problemas, la circulación está presentando complicaciones en las horas punta de los días laborales en la salida del túnel situada junto al Kiosko Alfonso, en dirección Alférez Provisional. El Concello está tratando de solucionarlas modificando los ciclos semafóricos de la zona para adaptarlos a la nueva rutina.

El anterior Ejecutivo municipal del Partido Popular justificó la construcción de los túneles de La Marina y O Parrote por la necesidad de suprimir el paso de 30.000 vehículos al día de la emblemática fachada marítima de la ciudad. Aunque tras cerrarse la circulación en la superficie de la avenida de la Marina y de la avenida Montoto el tráfico de vehículos ha aumentado, los 24.849 coches de media diaria todavía no alcanzan esa cifra de 30.000 que los populares estimaban antes de finalizar el subterráneo.

El tramo de O Parrote se abrió al tráfico el 1 de abril, si bien el Concello no prohibió circular en la superficie hasta siete días después. La apertura final de O Parrote al tráfico fue uno de los focos de conflicto entre el Gobierno local y la Autoridad Portuaria. Aunque la obra se finalizó el 4 de diciembre, el Concello no recibió oficialmente los trabajos hasta tres meses más tarde, al entender que el túnel contaba con deficiencias -como filtraciones de agua- que el Puerto debería subsanar antes de entregar la infraestructura al Ayuntamiento.

El nuevo paradigma de la zona llevó al Gobierno local a introducir cambios en la circulación de la Ciudad Vieja, en cierto modo para facilitar la entrada de los vecinos a su barrio, que ahora no pueden circular en superficie pese a ser residentes y, por tanto, pierden la vía de acceso a través de Puerta Real.

De este modo, los vehículos que circulen por la calle Maestranza ahora solo pueden ir en sentido Rectorado-Farmacia Militar. Al perder uno de los carriles, las plazas de aparcamiento pasan de ser en línea a en batería.

La calle Campo da Estrada cambia también su sentido de circulación, de modo que los vecinos que quieran acceder a sus viviendas tienen que hacerlo desde la calle Maestranza y no desde la avenida Metrosidero. Nuestra Señora del Rosario también cambió su sentido de circulación y pasa a ser solo una calle de bajada, por lo tanto, se ha convertido en la principal entrada de tráfico rodado a la Ciudad Vieja.

Con estas modificaciones, el Concello buscó ganar 155 nuevas plazas de aparcamiento, compensando así la desaparición de los tres solares que el Ministerio de Defensa decidió vallar en A Maestranza, y que se habían convertido en un espontáneo parking al aire libre para los vecinos de la zona.