La ampliación de la avenida de Alfonso Molina, uno de los proyectos que más diferencias habían generado entre el Concello y el Gobierno central, dejará en breve de ser motivo de conflicto, según anunció ayer el alcalde. Xulio Ferreiro aseguró que el acuerdo entre ambas partes está prácticamente cerrado, por lo que expresó su deseo de que las obras comiencen este mismo año. Los trabajos, sin embargo, deben ser licitados y adjudicados, por lo que será difícil que puedan iniciarse en 2016.

El proyecto será costeado por Audasa, la concesionaria de la autopista, con unos 10 millones de euros a cambio de aumentar un 1,5% los peajes en esta vía durante los próximos veinte años. En encuentro organizado por la Asociación de la Prensa, el regidor explicó que en la reunión del 27 de abril casi todos los aspectos que estaban pendientes de resolver "quedaron cerrados", a excepción del que afecta al núcleo de San Vicente de Elviña, sobre el que se envió una nueva propuesta a Fomento. Según el alcalde, una vez que se solucione este punto, el proyecto quedará "prácticamente cerrado" y se podría presentar "en las próximas semanas".

La llegada de Marea Atlántica al Ejecutivo municipal supuso la paralización del proyecto inicial que habían elaborado el Ministerio de Fomento y el equipo de gobierno del Partido Popular, ya que se oponía a la instalación de un carril más en cada sentido de la avenida entre Ponte da Pedra y Pedralonga para resolver las retenciones que se generan.

Las conversaciones mantenidas entre representantes municipales y estatales sobre esta actuación, en las que llegaron a participar el alcalde y la ministra de Fomento, Ana Pastor, fueron acercando las posturas y el pasado 27 de abril se dio a conocer la que hasta ahora es la última propuesta conocida. Tanto Concello como ministerio han cedido en sus pretensiones iniciales, ya que en el nuevo proyecto se establece una ampliación a seis carriles -incluyendo los de incorporación y deceleración- en la avenida entre la salida de la autopista y el desvío a Pocomaco para evitar los problemas que causan los vehículos procedentes de la AP-9. En el sentido contrario se prevé la existencia de cinco carriles en el mismo tramo, también contando con los que se utilizarán para acceder a la avenida o abandonarla.

Con esta solución Fomento intenta evitar los cambios de carril entre quienes proceden de la autopista, para la que además habrá otro carril de entrada desde la ciudad. La misma medida se adoptará en sentido de salida entre el desvío de Pocomaco hasta la entrada a la autopista y el desvío a A Zapateira, mientras que en Ponte de Pedra se permitirá cambiar de carril para abandonar Alfonso Molina, pero no para salir la ciudad.

En el resto del tramo en el que estaba prevista la ampliación, desde el acceso a la autopista hasta Pedralonga y entre el desvío a Pocomaco y Ponte da Pedra, se mantendrá el número de carriles actuales. El Gobierno local consiguió además que Fomento incorpore al proyecto zonas verdes, paradas de autobús, sendas peatonales y medidas de seguridad en las incorporaciones desde otras vías.