Miño es el municipio de la comarca que ha sufrido un mayor impacto por la carencia de socorristas. El Concello ofertó 13 plazas para cubrir las playas Grande, Perbes y A Ribeira y recibió 33 aspirantes, pero asegura que ninguno se presentó a las pruebas físicas. En la segunda convocatoria se presentaron 30 socorristas, pero solo 3 completaron las pruebas, por lo que hubo que hacer una tercera llamada, en la que de 27 candidatos solo pudo contratarse a uno. Este viernes, incorporaron a tres más. El alcalde, Ricardo Sánchez, explicó que actuó "exactamente igual" que el año pasado y justificó la falta de socorristas a un problema generalizado en toda Galicia.

De la misma opinión es el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, quien reclama que la Diputación oferte ayudas para los cursos al considerar que "la mayor parte de las playas no tienen socorristas ni pueden tenerlos". Seoane atribuye al alto coste de la formación la ausencia de profesionales, por lo que reclama unos cursos más accesibles, puesto que estima que con un salario de mil euros nadie realizará una formación que cuesta 1.300. También Sada se vio en dificultades por la escasez de socorristas, ya que de las cinco plazas que ofertó solo pudo cubrir cuatro y se vio obligada a lanzar una nueva convocatoria.