Los vecinos que fueron desalojados de sus viviendas para la construcción del parque ofimático y que mantienen deudas con el Concello por el impago de las cuotas de urbanización del polígono también podrán acogerse a la solución planteada por el Gobierno local para los aún residentes en el margen derecho de Alfonso Molina. Todos ellos podrán permutar el abono de esas cantidades, de hasta 70.000 euros en algunos casos, por la edificabilidad que poseen en el ofimático al haber sido convertidos a la fuerza en promotores inmobiliarios por negarse a vender sus propiedades.

La fórmula implica además que esta vía del cambio de la deuda por edificabilidad se extienda a los elevados intereses a los que tienen que hacer frente los afectados por la demora en el pago de las cuotas, ya que se les aplica un recargo del 20%. Los antiguos residentes y los que continúan en el lugar de A Pereiroa, al otro lado del Alfonso Molina, se reunieron ayer con el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, quien les explicó el acuerdo alcanzado por el Concello con los promotores inmobiliarios del ofimático y la Xunta para continuar las obras de urbanización, tras la sentencia que obligó a paralizarlas al anularse la adjudicación realizada en 2011.

Ese pacto incluye también la suspensión de la concesión de licencias urbanísticas en el sector del ofimático situado a la derecha de Alfonso Molina, con el fin de dar tiempo a la modificación del plan parcial que regula toda esta zona e impedir que haya nuevos derribos de viviendas, como la de la familia de Álvaro Corral en noviembre de 2014. "Nos dijeron que en veinte días sacarán a concurso el proyecto de modificación del plan parcial para reordenar el margen derecho", explicó Pilar Santiago, una de las vecinas de esta zona, acerca de la reunión mantenida con el concejal, en la que algunos de los afectados hablaron de forma personal con Varela acerca de las deudas que tienen contraídas con el Concello por las cuotas de urbanización.

El responsable de Rexeneración Urbana informó a los vecinos de que todos ellos recibirán una copia del protocolo suscrito entre las tres partes implicadas en el ofimático y de que el Concello pondrá en marcha una comisión técnica para realizar un seguimiento de las actuaciones que se realicen en los próximos meses. Los residentes anunciaron que tomarán parte en esa comisión con el asesoramiento de un técnico, pero tras la reunión admitieron que desconocen cuál será la nueva ordenación que se dará a la zona de A Pereiroa "porque aún se va a hacer el proyecto", que será redactado por una empresa ajena al Concello.

"Queremos que se mantenga el núcleo tradicional", confirmó Pilar Santiago, una de las personas que vive en este lugar, que tras el acuerdo promovido por el Gobierno local no quedaría afectado por la urbanización del ofimático al suprimirse el viaducto que atravesaría Alfonso Molina. En la reunión no se abordó el caso de Álvaro Corral, cuya vivienda fue ya derribada en esta zona y que pretende que se le autorice a volver a construirla, aunque se desconoce si la nueva ordenación urbanística se lo permitirá.

Plan parcial

Varela justificó que el Concello haya optado por modificar el plan parcial y no por desafectar el margen derecho del resto del ofimático porque esta segunda opción implicaría cambiar el plan general, una tramitación que podría durar años y que además perjudicaría a muchas personas, ya que obligaría a paralizar las obras en marcha.

"Veo buena voluntad de que sigamos en nuestras casas", comentó Pilar Santiago sobre la actitud del Gobierno local, aunque también apreció un "gran interés" en que los cooperativistas puedan entrar en sus viviendas. Y es que el acuerdo del Concello con Xunta y promotores desbloquea la paralización de la urbanización, imprescindible para que los propietarios de los pisos de los tres edificios de cooperativas que se construyen en el polígono, puedan ocuparlos en los próximos meses, cuando está prevista su finalización. Los cooperativistas alertaban de que si los trabajos no se retomaban, se verían obligados a seguir pagando alquileres mientras sus viviendas estaban ya terminadas, ya que el polígono no contaría con los servicios básicos que se exigen para habitar los inmuebles.

El acuerdo establece que el Concello licitará esas obras en las próximas semanas y que comiencen a finales de este año o principios del próximo, con una duración aproximada de dos o tres meses, aunque dos de las cooperativas proyectan haber concluido sus edificios antes de que termine este año.