Las dos operadoras de telefonía que gestionan cabinas en la ciudad, Telefónica y R, planean mantener por lo menos una parte de su oferta tras el vencimiento del decreto que las obliga a conservarlas hasta este 31 de diciembre. En la actualidad, Telefónica cuenta con 83 cabinas solo en la ciudad de A Coruña, mientras que R mantiene en la provincia de A Coruña un total de 123.

Desde 1999, el techo histórico en número de cabinas para Telefónica con 65.364 repartidas por el territorio español, su presencia en las calles se ha ido reduciendo progresivamente a la vez que aumentaba el uso de la telefonía móvil hasta llegar a las 19.611 en abril de este año. En los últimos tres años, las cabinas de Telefónica han sufrido una caída media interanual del 32%, que la compañía achaca a la popularidad de la telefonía móvil, cada vez más barata, entre la clientela objetivo de los teléfonos públicos. Aún así, las cabinas se mantienen como alternativa para urgencias cuando el móvil se queda sin batería o cobertura.

La recaudación de las cabinas de teléfonos públicos es inferior al coste que supone para la empresa su mantenimiento. Es por esto, explica una portavoz de R, por lo que en los dos últimos años la empresa no ha instalado ninguna cabina nueva, ya que los ingresos que generan representan solo una cantidad "casi simbólica". Los planes de la empresa incluyen la reducción del número de cabinas por "cuestiones de rentabilidad", afirma la operadora, pero en ningún caso su desaparición total, ya que se mantendrá "un buen porcentaje de ellas" por constituir "una parte esencial de la imagen de marca" de la operadora.

Telefónica también se refiere al coste de mantenimiento de las cabinas, en su caso por el mantenimiento del pago en efectivo, posibilidad que la empresa ofrece a pesar, aseguran fuentes de la compañía, del coste que suponen acudir a cada cabina en busca de la recaudación y la reparación por robos y vandalismo.

Telefónica, ante estos datos, busca nuevas maneras de reutilizar estas instalaciones. En las últimas fallas, 13 cabinas telefónicas situadas en puntos estratégicos de Valencia sirvieron como huésped para 20 smart cells como parte de una experiencia piloto, con posibilidad de ser exportada a otras ciudades, como A Coruña. Estos dispositivos permiten amplificar la señal 4G y mejorar la cobertura en momentos de aumento de demanda, como en el caso de Valencia durante las fiestas.