La diputada Ángela Rodríguez (En Marea) contó ayer en redes sociales que un policía la había parado a la entrada del Congreso y que, a pesar de que le dijo que había sido elegida en las generales y que podía identificarse con su DNI, el agente no la creyó e, incluso, le dijo que no podía ser diputada con "esa cara de niña". El policía, según la diputada, llamó a otro y ambos se rieron y se les sumaron otros dos hombres que hacían un descanso en el Congreso y un trabajador de la institución. Escoltada por los agentes, la diputada asegura que llegó al mostrador de acreditaciones y que ya allí, una empleada la reconoció y la trató con respeto.