Un año y medio después de que el proyecto fuera aprobado por el Gobierno local del PP y casi un año más tarde de que el actual anulase la licitación que también habían iniciado los populares al apreciarse un error administrativo, la Junta de Gobierno Local aprobará hoy licitar de nuevo la última fase de las excavaciones del castro de Elviña, que costarán 824.000 euros.

Esta actuación comenzó en 2008 y debió haber concluido en 2011, pero los sucesivos retrasos en la ejecución de los trabajos obligaron a prorrogar el convenio que habían firmado el Concello y el Ministerio de Fomento, que financia el 75% del coste de esta intervención con cargo al 1% de su presupuesto que dedica a fines culturales. La imposibilidad de terminar las excavaciones en 2015, última fecha que se había fijado entonces, llevó el año pasado al Gobierno local a solicitar la ampliación del plazo del acuerdo con Fomento hasta este año, aunque al no haberse licitado todavía las obras, todo hace pensar que de nuevo será necesario prorrogarlo, puesto que el periodo estimado de ejecución del proyecto es de ocho meses.

El departamento municipal de Contratación paralizó el 10 de septiembre de 2015 la licitación de las excavaciones al descubrir "un error no subsanable" en el procedimiento de adjudicación, que había sido puesto en marcha a principios de ese año por el PP. Para entonces el Concello había valorado las propuestas técnicas presentadas por las empresas que participaron en el concurso, que había sido tramitado mediante un procedimiento negociado en el que tomaron parte cuatro empresas. Una de ellas, Malvecín, recurrió los criterios de valoración del concurso por considerarlos irregulares, aunque su protesta fue desestimada, pero finalmente se decidió anular el proceso al localizarse un error en la documentación.

Las nuevas excavaciones en el castro de Elviña pretenden que este lugar sea más atractivo para el público, de forma que se potenciarán las actuaciones que hagan posible comprender su importancia arqueológica. El proyecto concluirá los trabajos iniciados en 2013, restaurará estructuras en mal estado, ocultará las estructuras menos importantes que impiden la comprensión del recinto y destacará las más relevantes. También se corregirán restauraciones que se consideran erróneas, como la de la zona más elevada de la muralla.