La noche en Riazor dio para mucho. Djalminha fue una de las grandes estrellas de la velada. Salió a entrenar con el móvil grabando vídeos para después guardarlo en el calzón y ponerse a correr. Otra anécdota la protagonizó Tristán que, con humor, se hizo una foto con la peña cuyo nombre rinde homenaje a su hígado.