La ría de O Burgo cumplió ayer un mes cerrada por altos niveles de toxina lipofílica. La Asociación de Mariscadores a Pé, formada por unos 45 profesionales, estima que ha dejado de ganar unos 135.000 euros en lo que va de año, ya que no ha podido faenar ni la mitad de las jornadas laborables que había marcado en su plan de explotación.

Las toxinas y los hidrocarburos han obligado a los mariscadores a guardar sus aperos en cinco ocasiones. La primera fue en febrero, por contaminación de hidrocarburos y el veto al marisqueo duró quince días. En abril llegaron las toxinas lipofílicas, la ría las depuró en diez días, pero cuando la Xunta iba a autorizar de nuevo la extracción de marisco, los niveles de hidrocarburos volvieron a superar el máximo establecido, así que la prohibición se extendió desde el 20 de abril hasta el 11 de mayo. Las toxinas atacaron de nuevo al estuario entre el 26 de mayo y el 4 de julio. El último cierre comenzó el 19 de agosto y todavía no se ha levantado.

Como la causa del cierre es la presencia de toxina lipofílica, es la propia ría la que tiene que regenerarse, por lo que el colectivo de mariscadores solo puede "esperar", según explica el portavoz de la agrupación, Manuel Baldomir. La situación no solo afecta a los profesionales sino también a los ingresos de la Cofradía de Pescadores, ya que se lleva una parte de las ventas en lonja y que, con el veto al marisqueo, ha visto menguar sus aportaciones.

"Nos pasa lo de siempre, que perdemos las mejores mareas, así que, aunque recuperemos los días, los ingresos no serán los mismos", comenta Baldomir, que hace hincapié, además, en la mortandad de la almeja y en el poco género que son capaces de extraer del estuario los días que, al fin, pueden faenar.

Parques privados

Los mariscadores han acabado ya las tareas de limpieza de dos parques privados de la ría de O Burgo cuya concesión había caducado. Los trabajadores no están del todo satisfechos con el resultado, ya que consideran que una parte del antiguo banco de Cumaga -antes Petrasario- podría quedar más limpia si la Consellería do Mar consignase más contenedores para el almacenaje del material retirado, sobre todo, de mejillón salvaje. En sus planes está mantener una reunión con la Administración para solicitar más medios para conseguir una regeneración completa de esta zona.