Un coruñés fue condenado por presentar una denuncia falsa con el objetivo de ocultar a su familia que había estado en un prostíbulo durante la madrugada del 17 al 18 de diciembre de 2012 y se había gastado 1.732 euros. El imputado se presentó al día siguiente por la tarde en el cuartel de la Guardia Civil de Culleredo para denunciar que cuando trataba de retirar dinero de un cajero dos atracadores lo intimidaron "con un cuchillo de grandes dimensiones" y se llevaron su tarjeta de crédito tras obligarlo a desvelar el código secreto.

Los agentes le informaron de que iban a solicitar las grabaciones del banco, por lo que regresó al día siguiente al cuartel y modificó su versión. Así, indicó que no había sido víctima de ningún robo, sino que había estado en una whiskería y que, tras acabar ebrio, comprobó que alguien sin su permiso había utilizado su tarjeta. El hombre volvió a ratificar este relato ante la Guardia Civil. El caso llegó al Juzgado de Instrucción 6 hasta que fue acusado de simular un delito. Antes del juicio reconoció haber mentido y aceptó ser condenado a pagar una multa de 1.620 euros.