Tras ocho meses de negociación, el Ministerio de Fomento y el Concello llegaron este verano a un acuerdo para la ampliación y humanización de la avenida de Alfonso Molina. El pacto incorpora, en primer lugar, seis carriles de entrada y cinco de salida, frente a los cuatro actuales de cada sentido, entre el enlace con la autopista y el desvío a Pocomaco. En el resto del tramo, hasta Ponte da Pedra, quedarán cuatro carriles. En la primera parte prevalecen las intenciones iniciales de Fomento, que quiere eliminar trenzados y cambios bruscos de carril; y en el segundo, la apuesta del Concello por aprovechar el espacio para integran los barrios que crecieron a los márgenes de la plataforma de circulación elevada construida en los años cincuenta. Se descartó la mediana arbolada y estrechar los carriles, además de actuaciones de San Vicente de Elviña, cuya situación sí incluye el Concello en los estudios previos de humanización que acaba de contratar. Hubo consenso institucional en torno a la mejora de accesos desde Lavedra a distintas zonas y barrios, construcción de pasarelas peatonales y, como demandaba el Ejecutivo de Marea, espacios para los peatones, zonas verdes y un carril bici en los laterales.