El Concello puso en marcha la licitación del servicio de corrección de deficiencias en la red de alumbrado público que hayan sido causadas por accidentes de tráfico, actos de vandalismo o meteorología adversa. La empresa que gestione este contrato lo hará por un periodo de dos años y con un presupuesto de 132.000 euros en cada uno.

Al licitar este servicio, el Concello no seleccionará a la adjudicataria por la rebaja que oferte sobre esa cantidad, sino por la que efectúe en los precios unitarios de los materiales que se emplean para llevar a cabo las reparaciones. El pliego de condiciones del contrato incluye por lo tanto una relación de estos artículos con su valor estimado, entre los que el más elevado es el de columna de una farola con forma troncocónica de 12 metros de altura, cuyo precio es de 569 euros.

Los frecuentes daños que sufre el alumbrado público de la ciudad obligan al Concello a efectuar continuas intervenciones para restablecer el servicio. Una parte de estas incidencias se producen a causa de los temporales que sacuden la ciudad en invierno, que afectan fundamentalmente a las farolas en las zonas más azotadas por el viento.

Pero el propio Concello detalla al licitar este contrato que hay otros desperfectos generados en estas instalaciones por terceras personas, que en su mayoría se deben a accidentes de tráfico. Un tercer grupo de estas incidencias son las ocasionadas por actos vandálicos, que se cometen generalmente durante los fines de semana.

El Ayuntamiento dispone de un servicio de mantenimiento del alumbrado público que cubre las averías surgidas en todo el municipio, salvo el polígono de A Grela-Bens, pero la empresa que presta esta actividad solo interviene cuando el origen de la avería no tiene relación con ninguno de los supuestos que figuran en este nuevo contrato, por lo que el Gobierno local se ve en la obligación de licitar este servicio.

Los casos en los que sí actúa la concesionaria del mantenimiento del alumbrado son los de sustracción del cableado, una modalidad delictiva en continua expansión en los últimos años debido al alza en el precio del cobre. Las farolas del paseo marítimo sufrieron el pasado verano el robo de 6 kilómetros de cable entre el dique de abrigo y la Casa de los Peces, material que fue valorado en 45.000 euros. En otros casos se produce además un daño a los ciudadanos que utilizan instalaciones municipales, como los niños que entrenan en el campo de fútbol de Eirís, donde el robo del cableado les obliga a utilizar el terreno de juego a oscuras desde hace meses, según denunciaron los padres de los pequeños.