"Hay que cumplir la ley en el Playa Club y en los jardines de Méndez Núñez", manifestó ayer el presidente de la Asociación provincial de Hostelería, Héctor Cañete, sobre la operación policial desarrollada el pasado sábado en la discoteca de Riazor, en la que se denunció a 18 menores que consumían alcohol, así como al gerente del establecimiento y a cuatro de sus camareros por servirles supuestamente esas bebidas.

Cañete se muestra de acuerdo con que se exija el cumplimiento de la ley gallega que prohíbe servir bebidas alcohólicas a menores de edad, pero reclama la misma contundencia con la práctica del botellón, por lo que proclamó: "Hay que sancionar a los de dentro y a los de fuera". El Real Club Deportivo, titular de la concesión del Playa Club, que tiene alquilado a sus actuales gestores informó ayer que estableció contacto con ellos para recabar datos sobre los hechos ocurridos en la noche del sábado y saber qué consecuencias pueden derivarse de los mismos.

El representante de los hosteleros coruñeses exigió que la Policía Local "haga el mismo despliegue en los Jardines de Méndez Núñez el fin de semana" que el efectuado el sábado en el Playa Club, donde a raíz de la denuncia de un padre sobre el consumo de alcohol por parte de menores se llevó a cabo un dispositivo con policías de uniforme y de paisano.

Cañete llegó a plantear que en caso de que no se actúe contra los menores de 18 años que consumen alcohol en la calle que se sancione "al Ayuntamiento o a los responsables de que eso esté ocurriendo". El portavoz empresarial admitió que es "difícil" el cumplimiento de la legislación que impide la venta de licores a los menores, pero que esta dificultad es extensible a otras muchas leyes.

Adquisición por mayores

La dirección del Playa Club explicó el domingo a este periódico que muchos menores obtienen bebidas alcohólicas en discotecas pidiendo a a amigos mayores de edad que se las adquieran en la barra, por lo que consideró imposible de controlar este tipo de conductas por parte de los hosteleros. "A mi propio local ha venido la Policía Municipal y había jóvenes, pero ninguno consumía alcohol", explicó Cañete sobre estos casos, a lo que añadió que la solución puede venir del número de empleados que controlen a los menores. "Ya sé que es difícil, pero la ley es así", sentenció.

También destacó el presidente de la asociación que el Playa Club se vio envuelto en la polémica el fin de año de 2012 cuando impidió la entrada en la fiesta a menores de edad, lo que motivó la protesta de sus padres y un enorme revuelo. "Ahora esa misma persona está en la prensa porque los dejó entrar", destacó Cañete, para quien esta situación "demuestra lo difícil que es a veces la gestión del día a día".