En una cuestión de confianza, el alcalde liga su puesto a la aprobación de los presupuestos. Si el documento no sale adelante, la oposición tendría un mes de plazo para convocar una moción de censura. Si no prosperase en este plazo la formación de un Gobierno alternativo, las cuentas quedarían aprobadas automáticamente. La cuestión de confianza, según explicó ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, fuerza al PSOE a "definirse". "Vamos a trasladar una última oferta al PSOE, creo que el acuerdo siempre es más positivo que hacer las cosas forzando la máquina, pero si no tendremos que ir a la cuestión de confianza porque la ciudad necesita unos presupuestos", alegó el alcalde.