Dolores vive en Monte Alto y trabaja en Santiago de Compostela. Cada día de la semana se gasta seis euros en un taxi para llegar a tiempo de coger el tren que sale a las siete de la mañana, porque no tiene un bus urbano que la pueda dejar a esa hora. "Estoy cansada de mandar escritos al Ayuntamiento sin respuesta hace años. Somos doscientos y pico en el tren que llega a las ocho a Santiago. Hablé con Tranvías y me dijeron que ese horario de antes de las siete, lo rechazaría el comité de empresa", declaró esta afectada en el debate de Radio Coruña, poniendo de manifiesto una queja que es común a muchos coruñeses. Como los que necesitan más buses y frecuencias cuando juega el Dépor y salen a las diez de la noche, por ejemplo. O las conexiones con los aparcamientos disuasorios. El edil de Mobilidade explicó que el de San Cristóbal la Xunta lo hizo sin pensar en su conectividad y hubo que "reestructurar la línea 5".