-¿Cómo surgió la idea de crear el Foro Cívico en 1992?

-Todo partió de la pérdida de presencia del Ateneo da Coruña en aquella época, por lo que muchos de los que formábamos parte de él pensamos en la posibilidad de crear otra entidad que pudiera aglutinar diferentes pensamientos y que fuese un lugar donde poder hablar de las cosas. En primera instancia de las cosas que tienen que ver con A Coruña, aunque era ampliable al ámbito gallego e incluso al nacional. No había en aquel momento ninguna entidad que organizase actividades de este tipo.

-¿Eran sus fundadores personas de la misma ideología política?

-Había personas de todo el espectro político, ya que estaban Manolo Monge, que es militante del BNG; Álvaro Someso, que es del Partido Popular; Augusto César Lendoiro, quien también fue dirigente del PP; y quien fue consejero delegado del Banco Pastor, Guillermo de la Dehesa, por lo que en Foro Cívico hay gente de todo tipo, de todas las profesiones y de todas las ideologías. Es un club que no está marcado por una ideología determinada, sino que cada cual tiene la suya pero más allá del ámbito del propio Foro Cívico.

-¿Cómo recuerda que fue recibido en el momento de su creación?

-Yo creo que con cierto escepticismo porque nos daban pocas esperanzas de vida a la vista de lo que había ocurrido con otras entidades, por lo que pensaban que iba a ser flor de un día, pero ya se han cumplido veinticinco años.

-¿Le sorprende que se haya alcanzado esa antigüedad?

-No, porque todos teníamos y seguimos teniendo ganas de que el Foro Cívico sobreviva y se ocupe y preocupe de las cosas de nuestro entorno. Y hay que tener en cuenta que jamás hemos dispuesto de un local social ni de personal que pueda ocuparse profesionalmente de la labor que desarrolla el Foro Cívico, ya que lo estamos haciendo entre todos los miembros de la junta directiva con el apoyo de muchos de los setenta socios, que pagamos una cuota de dos euros al mes.

-¿Ha habido momentos especialmente difíciles para la supervivencia del Foro Cívico?

-Para nada, siempre hemos salido adelante porque nuestro planteamiento siempre ha sido preocuparnos de las cosas que suceden en nuestro entorno y no nos afectan las circunstancias políticas o económicas. Solo hemos tenido que preocuparnos de dónde hacíamos nuestras actividades porque al principio utilizábamos las instalaciones de los jesuitas en el Centro Fonseca, después fueron otros lugares e incluso llegamos a pagar por usar el salón de un hotel y ahora estamos en Portas Ártabras y en el salón de la ONCE.

-¿Hubo en algún momento presiones para que no realizarán un determinado debate o conferencia?

-No nos lo dijeron directamente, pero nos hemos encontrado muchas reticencias en anteriores gobiernos municipales para contar con la participación de determinadas personas. En los presididos por los socialistas la única persona que vino fue Javier Losada y solo cuando fue alcalde, mientras que anteriormente no vino nadie.

-¿Hubo un cambio en este sentido en el mandato del Partido Popular?

-Creo que no llegamos a organizar ninguna actividad en la que invitáramos a alguien de ese Gobierno local, pero del PP han venido altos cargos de la Xunta.

-¿Se quedaron con las ganas de organizar alguna actividad?

-No, y eso que hemos abordado cuestiones que socialmente no estaban bien vistas, como la dación en pago, en lo que creo que hemos sido pioneros al tratarla públicamente. O con la situación del juez Garzón en unas circunstancias difíciles, también hemos hablado sobre la situación de ETA con posiciones muy encontradas sobre el tema.

-¿Sigue siendo necesaria la existencia del Foro Cívico veinticinco años más tarde?

-Sinceramente, creo que tanto como cuando nacimos porque las cosas no han cambiado esencialmente.

-Pero hoy las nuevas tecnologías permiten otras formas de debate.

-Sí, pero es no lo mismo ver lo que te escriben a través de una red social que establecer un debate cara a cara en un local público, en el que puedes ver lo que pueden decirte en un momento determinado y la actitud que puede tomar tanto el público como los intervinientes.