Una mujer aceptó ser condenada a medio año de cárcel, que no cumplirá porque carece de antecedentes, y a indemnizar a su tía con 600 euros. La imputada reconoció que se aprovechó de la confianza de su familiar para sustraerle joyas de su domicilio, en el que también residía su abuela y a donde acudía a limpiar con frecuencia. La procesada se apoderó en diciembre de 2012 una pulsera de oro con eslabones y de una gargantilla de oro con unas manos cruzadas con un brillante. Las joyas fueron vendidas días después por la acusada en un establecimiento de compra-venta de oro. El valor de los objetos que sustrajo era de 600 euros. La tía denunció a su sobrina, quien antes del juicio aceptó declararse culpable y llegar a un acuerdo sobre la pena con el representante del Ministerio público, por lo que la vista oral no se celebró.