El todo es más poderoso que las partes que lo componen. No es un lema publicitario, más bien es una evidencia de sentido común que necesita cumplir la ciudad para explotar mejor su innegable atractivo turístico. A Coruña debe articular los elementos que forman su "relato" para captar visitantes y reforzar así su posición en el mapa de destinos turísticos del país. A esta conclusión han llegado los doce expertos que elaboran desde finales del año pasado el Plan Estratégico de Turismo A Coruña 2020, un documento con el que el Consorcio de Turismo pretende extraer mayor rendimiento al potencial promocional de la ciudad.

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El estudio UrbanTUR, un monitor de competitividad turística de los destinos urbanos españoles realizado en 2012, sitúa A Coruña en el puesto 14, el segundo de Galicia después de Santiago y por debajo de ciudades como Córdoba, Gijón, Salamanca, Granada o Zaragoza. Los "buenos argumentos" de su oferta turística (paisaje, patrimonio monumental, contenidos culturales, gastronomía, la moda a través de Inditex) necesitan en cambio un mayor impulso y, sobre todo, una adecuada articulación que concrete su poder de atracción para convertir la ciudad en un destino que no sea de corte clásico, es decir solo estacional o vacacional.

Para conseguir ese correcto relato turístico A Coruña y los actores con implicación en el sector, como el comercio y la hostelería, tienen que pensar en clave estratégica, equilibrar oferta y demanda, agrupar productos turísticos, potenciar la relevancia del destino y rentabilizar la presencia de visitantes sin perturbar la dinámica habitual de la ciudad. Es lo que señalan los consultores del plan, que desde esta semana mantienen contactos con los sectores del ámbito turístico.

Su trabajo, con ese horizonte proyectado hasta 2020, tiene de momento mucha teoría, intenciones que, tras los diagnósticos ya realizados, necesitan ser puestas en práctica. Los expertos aluden a planes generales y planes específicos de acción. Entre los primeros se apunta a la organización y gobernanza del turismo, a la cooperación público-privada, a campañas de marketing, refuerzo de la innovación y la tecnología o atención a los turistas. Los segundos planes, más concretos, se refieren a aspectos más como el city break (viajes cortos o escapadas de fin de semana), congresos, cultura y patrimonio, gastronomía, deporte, compras, el Camino de Santiago, colectivos LGTB, Inditex o cruceros.