El Concello aplicará este año un nuevo calendario fiscal que trata de adaptar los ingresos municipales a sus necesidades, según aconsejó al Gobierno local el informe de la Tesorería que destacó que la mayor parte de las entradas de recursos se producían hasta ahora a partir de septiembre y principalmente gracias al IBI, que genera 62 millones de euros. La oposición rechazó variar el calendario de pago de este impuesto para adelantar su cobro al periodo entre mayo y julio por los posibles perjuicios a los contribuyentes y llegó a aprobar dos mociones en contra de esta medida.

El Gobierno local negó validez jurídica a esas iniciativas plenarias y reaccionó ampliando el periodo de pago hasta septiembre, pero la medida no satisfizo al resto de grupos. El Partido Popular solicitó entonces la convocatoria de un pleno extraordinario para debatir el cambio del calendario fiscal, pero antes de que se celebrara, Marea Atlántica decidió posponer a este año el cambio del calendario. En el pleno, los populares reclamaron que se mantuviese en 2017 el periodo de pago del IBI, pero nadie les apoyó.