Un joven aceptó ser condenado a pagar una multa de 1.185 euros por propinarle una paliza a un taxista en el Agra do Orzán en mayo de 2014 y enfrentarse a la policía. El procesado admitió ante la magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña que se subió al coche de la víctima en la parada del ambulatorio de San José sobre las cuatro de la madrugada, acompañado por otro joven que fue declarado en rebeldía por no comparecer en los juzgados y por una chica que no participó en la agresión. Cuando circulaban por la calle José Baldomir, en el Agra do Orzán, el taxista se percató de que uno de los jóvenes tenía "arcadas" y estaba "a punto de vomitar", según describe la juez en la sentencia, por lo que detuvo el automóvil y lo invitó a salir.

En ese momento, el procesado, que iba en el asiento trasero, le propinó al conductor un puñetazo en la sien. El denunciante bajó del taxi, al igual que el condenado y su amigo, quienes lo golpearon. El imputado, que tenía 24 años, utilizó un cinturón con hebilla para agredir a la víctima, que también sufrió un mordisco en la espalda. El hombre, que cuando sucedieron los hechos tenía 49 años, consiguió subirse al coche, huir y alertar a la policía.

El taxista fue trasladado al hospital Universitario, pues presentaba policontusiones, contusiones faciales, traumatismo craneoencefálico y una herida por mordedura en la zona dorsal, según consta en el parte médico. En curar de las heridas tardó 24 días, dos de los cuales estuvo incapacitado para realizar sus tareas habituales. Como secuela le quedó una cicatriz en la espalda que le ocasiona "un perjuicio estético ligero", según indica la juez en la sentencia. El sospechoso, además de a abonar una multa de 1.185 euros por cometer un delito de lesiones y otro de resistencia, fue condenado a indemnizar a la víctima con 889 euros por los días que tardó en curar, y con 1.489 euros por la secuela que sufre.

Los agentes que recibieron la alerta de la agresión se desplazaron al barrio y localizaron a los dos acusados y a la joven que los acompañaba en la confluencia de las calles José Baldomir con Agra do Orzán. Los funcionarios les dieron el alto y exhibieron sus carnés profesionales y sus placas para identificarse como policías, pero el procesado se opuso "violentamente a ellos". La titular del Juzgado de lo Penal número de A Coruña 5 relata en el fallo que "zarandeaba desafiante" el cinturón con el que había golpeado al taxista, al tiempo que les gritaba "que solo atendían a personas con dinero y que solo funcionaban con sobornos".

El acusado acometió contra los cuatro agentes cuando se disponían a cachearlo y trató de agredirlos agitando las piernas y los brazos. Los funcionarios utilizaron la mínima fuerza imprescindible para reducirlo y detenerlo, pero se opuso "fuertemente" a ser introducido en el vehículo policial. Durante el traslado a comisaría profirió insultos y amenazas contra los agentes, quienes le incautaron el cinturón que utilizó para agredir al taxista.