Las características complicadas de los trabajos que son necesarios hacer para poner en práctica el sistema de ayudas al aterrizaje en la cabecera sur del aeropuerto de Alvedro retrasan la programación de los vuelos de prueba previos cuya tramitación inició en abril del año pasado Enaire, el gestor público de navegación aérea adscrito al Ministerio de Fomento.

Según ha podido saber este periódico, los expertos que trabajan desde hace más de nueve meses en el sistema, que consiste en la automatización de unas coordenadas que las compañías aéreas introducirán en los planes de vuelo para facilitar las aproximaciones por la pista 03, explicarán de forma detallada en la terminal coruñesa y en fechas muy próximas las características de este procedimiento.

No hay aún fecha fija para esta convocatoria que coordinará Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), y que permitirá conocer mejor el modo en cómo los aviones deben tomar tierra por la cabecera que carece de ayudas a la navegación, motivo que con más frecuencia provoca los desvíos de vuelos cuando las condiciones meteorológicas son adversas.

Enaire anunció en mayo pasado, menos de un mes después de comenzar los trámites, que se harían vuelos de prueba o de validación en Alvedro "próximamente", como paso previo a la implantación del sistema de ayudas para facilitar los aterrizajes por el extremo sur. En esos vuelos se tomarían unos puntos de referencia definidos según las instalaciones de navegación ubicadas en el aeropuerto, de manera que los pilotos, que hasta ahora solo tienen referencias visuales por esa cabecera, automaticen unas coordenadas para sus planes de vuelo que les permitan emprender la trayectoria de aterrizaje con mayor precisión.

Los expertos que trabajan desde el año pasado en este sistema han advertido que las maniobras por la cabecera 03, donde no hay las ayudas ILS que sí tiene el extremo norte y, además, la existencia de unos árboles de demasiada altura próximos al aeropuerto obligan a los pilotos a abortar las aproximaciones, precisan cálculos y validaciones muy concretas. Esta exigencia plantea distintas opciones en el procedimiento, por lo que Fomento prefiere explicarlas en los próximo días en el propio aeropuerto antes de comenzar las operaciones.

Esta etapa del proceso debería preceder a la realización de los anunciados vuelos de prueba, aunque todavía habrá que esperar otros trámites hasta la implantación definitiva del sistema. A continuación, Enaire tendrá que hacer un estudio de seguridad con las conclusiones que deparen las validaciones tomadas en los vuelos y, si los resultados son satisfactorios, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y la Comisión Interministerial de Defensa y Fomento (Cidefo) lo aprobará.

Las compañías aéreas tendrán que adaptar después el procedimiento a sus aeronaves con la introducción de las coordenadas tomadas en los vuelos de prueba en Alvedro en sus respectivos planes de vuelo y la dotación de elementos técnicos necesarios. Los pilotos, por último, deberán recibir una formación adicional para familiarizarse con las nuevas operaciones de aterrizaje en la pista coruñesa por la cabecera 03.

Trabajadores del aeropuerto y la plataforma Vuela más alto han reclamado con insistencia en los últimos años la necesidad de incorporar medidas de ayuda a la aproximación por el lado sur, al que los aviones se dirigen si no pueden descender por el extremo norte cuando lo desaconseja el fuerte viento a favor del movimiento de la nave. El sistema mediante coordenadas automatizadas serviría para reducir el volumen de desvíos.

A lo largo del año pasado se produjeron en Alvedro 169 desviaciones, según los cálculos de Vuela más alto, de las que 82 se debieron a la ausencia de ayudas al aterrizaje por la cabecera sur.