SOS Racismo denunció ayer que un vendedor ambulante de la calle Real ha recibido una multa de 1.500 euros por no disponer de licencia para ejercer dicha actividad. Defienden que "sobrevivir no es delito" y critican que el trabajo en políticas de "gestión de la diversidad" son "insuficientes". El Concello alega que la multa es fruto de una actuación policial que tiene que asumir al estar avalada por la legalidad. Asegura que llevan "tiempo trabajando en esta cuestión" y esperan poder anunciar "cambios y mejoras en breve".

La asociación relata que el hombre multado vendía, en agosto del pasado año, paraguas y sombreros comprados en comercios mayoristas de la ciudad. La Policía Local lo identificó y le retiró la mercancía, que luego le devolvió al no tratarse de mercancía falsificada. Cinco meses después le ha llegado una propuesta de sanción de 1.500 euros por no tener licencia administrativa.

SOS Racismo denuncia que la multa no se corresponde los anuncios del Concello, al declarar a A Coruña "ciudad de acogida" en abril, de que haría "mayores esfuerzos" para evitar la represión de las personas migrantes dedicadas a la venta ambulante. Tampoco con el programa policial PIPE (Identificación Policial Eficaz). El grupo del BNG dice que la sanción "no parece propia de un gobierno progresista".