Todas las balizas lumínicas de la superficie de la Marina vuelven a funcionar desde anoche. El Concello de A Coruña y la Autoridad Portuaria han aparcado sus discrepancias sobre las responsabilidades de mantenimiento en el lugar para solventar el problema en la zona en la que se precipitó al agua un joven tras salir de los locales de ocio nocturno del Puerto a principios de marzo.

Según fuentes de ambas administraciones, técnicos portuarios y municipales analizaron conjuntamente los fallos de iluminación, que se debía, explican, a un problema de tipo "eléctrico" que ha quedado rápidamente "solventado" tras "coordinarse", por lo que todas las regletas operan correctamente.

La Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento mantuvieron en las últimas semanas diferencias sobre quién debe hacerse cargo de reparaciones y mantenimiento. Por un lado, el Concello sostiene que no ha recepcionado la obra, solicitando que se le entreguen los terrenos tal y como se había comprometido, y por otro, la Autoridad Portuaria remite a un convenio de 2014 en el que el Concello asume el mantenimiento del lugar y exige que María Pita abone la última cuota de la obra del túnel antes de consentir que la zona pase a manos municipales.

Tras el segundo fallecimiento en un mes en el entorno [el joven actor Mateo González murió en el cantil de la concesión del Real Club Náutico semanas después], responsables de una y otra administración se mostraron dispuestos a colaborar para tomar medidas, que se comenzaron a concretar ayer. Respecto a la zona del Náutico, el Puerto ha ordenado a la entidad que repare las farolas de su concesión en el muelle "de forma inmediata". Interpreta que, de acuerdo con la concesión, es competencia de la entidad privada.

El Concello, por otra parte, planea instalar un banco corrido de piedra para evitar caídas. Se alargaría 300 metros en forma de ele, desde la caseta de los prácticos hasta la esquina con el Parrote. En lugar de una barandilla, los técnicos consultados apostaron por esta solución, ubicada a tres metros de distancia del borde del muelle. En el recorrido, el banco tendrá una serie de espacios de 12 centímetros para permitir el paso al otro lado, coincidiendo con las marcas del pavimento.

Son bloques que no necesitan obras para su instalación. Se mantendrán las barandillas de bajada a los pantalanes, que serán modificadas y ampliadas, sobre todo, la que está en la esquina del Parrote. La Dirección Xeral de Patrimonio tendrá que dar su visto bueno a la instalación. El Ayuntamiento coruñés argumenta que la utilización de piedra como barrera de protección respeta la estética y el entorno histórico.