Un joven fue condenado a pagar 1.080 euros por romper los retrovisores de diez automóviles que estaban estacionados en la calle Joaquín Planells, en el barrio de Os Mallos. El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña tuvo en cuenta a la hora de dictar la pena la atenuante de dilaciones indebidas, pues los hechos sucedieron durante la madrugada del 1 de septiembre de 2012 y el proceso judicial se retrasó por causas ajenas al sospechoso. Los desperfectos que ocasionó en los coches fueron tasados en 4.000 euros. El procesado también fue sentenciado a indemnizar a los propietarios de los vehículos con el importe de los daños que les causó. Solo uno de ellos renunció a la indemnización que pudiera corresponderle por estos hechos. El imputado carecía de antecedentes penales cuando cometió los hechos.