La celebración ayer del Día de la Ciencia en la Calle coincidió con el desarrollo por parte de la Consellería de Medio Ambiente de una campaña para concienciar a los niños sobre la necesidad de reciclar los residuos y que lleva por lema Separemos ben, reciclemos mellor. La propia institución contó con un puesto propio en el parque de Santa Margarita para difundir este mensaje, pero algunas de las carpas en las que los alumnos de los centros educativos explicaban sus experiencias también se sumaron a esta iniciativa divulgativa empleando materiales reciclados en los montajes que ofrecían al público asistente, como un circuito por el que había que hacer circular a unas canicas.

Entre los experimentos que más llamaron la atención figuró el realizado por alumnos de los Dominicos con un volcán simulado con un vaso en el que se vertió bicarbonato, vinagre y pimentón, cuya mezcla dio lugar a una efervescencia a la que se hacía pasar por lava. Un grupo de escolares del colegio Obradoiro atrajo a los visitantes con un juego de óptica mediante el que una silla que aparecía desmontada se veía completa a través de unas lentes, mientras que la Facultad de Ciencias invitó a los niños a machacar vegetales para obtener pigmentos naturales con los que después podían pintar. Los alumnos de los Escolapios decidieron por su parte dedicar su actividad a informar sobre el peligro para la naturaleza que representan dos especies invasoras, la avispa asiática y el plumacho.

Centros científicos

Pero no fueron solo centros educativos -de A Coruña, su área metropolitana e incluso de la provincia de Lugo- los que participaron de forma activa en la jornada, ya que también se contó con la presencia de Centro de Investigacións Científicas Avanzadas, el Centro Oceanográfico y el Instituto de Investigacións Biomédicas da Coruña, que dieron un toque más sesudo a esta iniciativa lúdica y divulgativa. Tampoco faltaron a la cita los tres Museos Científicos Coruñeses, que además ayer ofrecieron la entrada gratuita a todos los visitantes y contaron con programaciones especiales.

En la explanada que rodea a la Casa de las Ciencias se sucedieron también durante el día actividades de animación, como las exhibiciones de habilidad a bordo de un monociclo o la del escapista que era capaz de soltarse por sí mismo de las ataduras que le aprisionaban.