El administrador concursal de Inmobiliaria Chamartín está casi a punto de vender el edificio de Dolce Vita, el que, en su día, fue el centro comercial más grande de Galicia. La adjudicación del inmueble de A Grela, cerrado y tapiado desde hace más de tres años, está solo pendiente de que el administrador del concurso de acreedores entregue la documentación al juzgado, que ha decretado la liquidación de la sociedad a través de la que la inmobiliaria promovió Dolce Vita, Chamartín La Grela S.L.

Fuentes del sector inmobiliario consultadas por este diario dan por hecho que el comprador que finalmente se hará con este inmueble es un fondo de inversión. Sobre la mesa está el nombre del fondo norteamericano Lone Star, el mayor acreedor de inmobiliaria Chamartín y que, en 2015, ya había adquirido cuatros centros comerciales Dolce Vita en Portugal por unos 500 millones de euros, según fuentes del sector. Estas instalaciones acumulaban una deuda conjunta superior a los 330 millones de euros. Lone Star, cuyo mercado son los créditos fallidos, vendió a los pocos meses tres de esos centros al brazo inmobiliario del Deutsche Bank.

El Dolce Vita de A Grela, como todos los centros comerciales bautizados con ese nombre, fue promovido por el grupo portugués Amorim, que comenzó a construirlo en enero de 2007. Un año antes habría entrado en la operación la española Inmobiliaria Chamartín.

Esta compañía se declaró en concurso voluntario de acreedores en enero de 2016, cuando el centro Dolce Vita de A Coruña llevaba ya dos años cerrado. El juzgado en el que recayó este proceso requirió al administrador concursal que pusiese en venta el edificio de A Grela. Según fuentes conocedoras del proceso, se recibieron varias ofertas de interesados en hacerse con este inmueble. Una vez estudiadas, la administración concursal se ha decidido por una y, ahora, tendrá que notificarle al juzgado su voluntad de vender la propiedad a este candidato.

Dolce Vita abrió sus puertas en octubre de 2008 con la presentadora Paula Vázquez como maestra de ceremonias. Tenía 62.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable y 114 locales disponibles para tiendas y locales de restauración, con la previsión de crear 4.000 empleos. Aunque desarrollado antes, su apertura coincidió con las obras de construcción de Marineda City que, para entonces, iba a superarle y a convertirse en el centro comercial más grande de España y el tercero de Europa.

El día de su inauguración, antes de que pinchase la burbuja inmobiliaria, el director de la empresa propietaria de las instalaciones confiaba en que Dolce Vita estuviese consolidado cuando llegase la apertura de los centros comerciales que se estaban gestando a su alrededor -también Espacio Coruña, que se inauguró en octubre de 2009. No fue así. Todos los demás consiguieron hacerse con un hueco en la ciudad mientras que el complejo de A Grela se fue debilitando a pasos agigantados. Inditex cerró sus cinco tiendas en Dolce Vita en agosto de 2012; unos meses antes había bajado la persiana el supermercado Eroski y, ya en 2013, la cadena de electrodomésticos Darty -que había comprado San Luis- se fue de España. Resistió Media Markt, pero con el anuncio de cierre de las instalaciones tuvo que irse de A Grela. El 22 de enero de 2014, el primer día de su liquidación de stock fue una de las jornadas de más actividad en toda la vida centro comercial. Para entonces, solo cuatro locales de los 114 que formaban el complejo comercial permanecían abiertos.

El 31 de enero de 2014, Dolce Vita cerró sus puertas definitivamente y, desde entonces, no ha vuelto a tener actividad. La propuesta de convertirlo en un centro de ocio nocturno -una reinvención como la ejecutada en Los Cantones Village- nunca se ha hecho realidad.