La empresa que gestiona el restaurante y mantiene el mirador y el ascensor del monte de San Pedro no pone objeciones a que el Concello le retire esa segunda parte del contrato porque, asegura, es ruinosa para sus cuentas. El plan del Gobierno municipal es rescindir la parte del contrato del elevador y la cúpula, con un déficit que debe cubrir el Ayuntamiento, y que la adjudicataria, Miramar de San Pedro, siga al frente del restaurante-cafetería, que construyó a cambio de un periodo de explotación de medio siglo. La empresa reclama en los juzgados cerca de 700.000 euros que, argumentan, le adeuda por sus pérdidas desde 2014 el Concello, que a su vez ha detectado "irregularidades" en la justificación de casi 600.000 euros de ese déficit de 2010 a 2012.

La gerencia de la empresa señala que no se oponen, en principio, a que se les rescinda esa parte del contrato. En 2004, ganó el concurso planteado por el Concello, por el que construiría las instalaciones hosteleras, las explotaría cincuenta años y, por otro lado, asumiría el servicio del mirador y el ascensor.

Las mismas fuentes de la empresa señalan que esta última parte de la concesión fue "una imposición" y asegura que ha resultado una carga, porque han tenido que mantener "4 o 5 puestos de trabajo" cuando no se les abona el déficit desde 2014 y el ascensor es, además, "el único medio de transporte público" al monte. Denuncian que cómo les va a rentar el mirador, si está "en un lamentable estado de abandono", con "goteras" y una exposición "que lleva allí doscientos años".

El Concello prevé que, hasta que contrate a una nueva empresa, la concesionaria justifique mensual y no anualmente sus gastos, cuestionados a raíz del informe de fiscalización de la concesión, que inició el PP en 2014 y que continuó el actual Ejecutivo municipal. Desde la gerencia comentan que esa facturación mensual ya se la propusieron a principios de año "para no cerrar el servicio" pero que, aún así, no le están pagando lo que ellos consideran que le corresponde. El Gobierno local asegura que las decisiones que están tomando también buscan garantizar los puestos de trabajo.

El Ayuntamiento informó el pasado año de que había encontrado "graves irregularidades" en la justificación de las pérdidas, que por contrato debe cubrir el erario municipal. En concreto, inició en diciembre un proceso para reclamarle casi 600.000 euros por supuestos desfases en los ejercicios de 2010 a 2012. La empresa, por su parte, ha metido en los juzgados de lo Contencioso-administrativo una reclamación de unos 700.000 euros correspondientes a las pérdidas de 2014 a 2016 que no se le han abonado.

La gerencia de Miramar de San Pedro dice que ya se le han sumado los seis meses de 2017. Entre 2010 y 2014 el Ayuntamiento abonó a la empresa 1,6 millones de euros. Cada año, el Concello le paga a la compañía el déficit que generan las instalaciones. El contrato se firmó en 2005 por 50 años con un canon anual de 3.500 euros que después aumentó a 4.161 al ampliar la superficie de gestión.