"Sóplame tú aquí", le espetó un conductor, mientras le mostraba sus genitales, a un policía local que pretendía hacerle la prueba de alcoholemia durante la madrugada del 10 de mayo de 2015 en Eirís, según consta en la sentencia en la que una juez lo condena a dos años y medio sin carné. Cuando los agentes le comunicaron al sospechoso, que seguía con los pantalones bajados, que informarían al juzgado de guardia de su negativa a realizar el test, exclamó: "¡También puede el juez venir a soplar aquí y, si es jueza, mejor!". El procesado acababa de intentar huir de hasta dos coches del 092 en su motocicleta por diversas calles de la ciudad hasta que, al llegar a las vías estrechas de Eirís, se cayó al suelo cuando intentaba hacer un giro.

La titular de Penal 5 relata en el fallo que los funcionarios advirtieron de las "dificultades que presentaba para mantener el equilibrio" en cuanto comenzó a circular con la motocicleta por la calle Europa, en Os Mallos. Entonces, realizaron señales acústicas y luminosas para que detuviese la marcha, pero el sospechoso, de 46 años, hizo caso omiso y continuó conduciendo hasta la ronda de Outeiro, donde "elevó notoriamente la velocidad" y estuvo "a punto de colisionar" con los coches que estaban estacionados.

Durante la fuga llegó a ser perseguido por dos coches de la Policía Local y realizó "gestos despectivos con el dedo" a los agentes, quienes comprobaron que circuló a aproximadamente 100 kilómetros por hora por la avenida de Monelos y Eirís de Arriba. Además, siguió la marcha en varios puntos en los que había semáforos en fase roja, lo que obligó a un coche a frenar con brusquedad para evitar la colisión.

Cuando se cayó del vehículo y se aproximaron los policías, les dirigió insultos y expresiones como: "cuando esté suelto os voy a abrir la cabeza". Al llegar el equipo de atestados simuló realizar las pruebas de alcoholemia, pero no espiró aire. Después, se bajó los pantalones y continuó increpando a los funcionarios, quienes constataron que tenía "evidentes signos de embriaguez".

Un mes y 17 días después, el 27 de junio de 2015 sobre las cinco de la madrugada, el acusado volvió a conducir la motocicleta bajo los efectos del alcohol. La juez indica en la sentencia que omitió detenerse en un control de la Policía Local situado en el acceso a la avenida de Alfonso Molina desde la ronda de Outeiro. El agente que le indicó que se detuviese tuvo que echarse a un lado para evitar ser atropellado por el imputado, quien aceleró para evitar el control. Además, pasó "muy cerca" de la espalda de otro policía que se encontraba en las proximidades. El 092 consiguió interceptarlo en la segunda fase Elviña. "¿Fuiste tú el que me diste el alto? La próxima vez cojo un camión de cuarenta toneladas y te paso por encima", "sois una panda de payasos, tantos policías aquí haciendo el gilipollas", "nuestros hijos van al mismo colegio, cuando te coja sin uniforme te vas a enterar", amenazó a los agentes.

Además, les dijo que sabía "cómo tenía que soplar" para realizar el test de alcohol y que podía hacerlo mientras se masturbaba, al tiempo que se tocaba los genitales. Finalmente, realizó la prueba, en la que arrojó 0,79 y 0,76, cuando lo máximo permitido es 0,25. El acusado reconoció todos los hechos ante la juez de Penal 5, quien lo condenó como autor de dos delitos de conducción temeraria y dos delitos leves de amenazas. Así, fue sentenciado a nueve meses de prisión -que no cumplirá con la condición de que no delinca en dos años-, a dos años y seis meses de privación del derecho a conducir vehículos y ciclomotores y al pago de una multa de 240 euros.