La organización ecologista Greenpeace habla en su informe sobre A Coruña de que la superficie artificial en el litoral creció un 34% entre 1987 y 2011 y que el 6% del suelo no protegido ha sido artificializado. Señala los lodos de la ría de O Burgo y la cascada de O Ézaro, cortada por una minicentral, y hace especial hincapié en los que considera "elefantes blancos" , infraestructuras fallidas o de impacto ambiental inaceptable. En las imágenes, las cuatro que apunta: el ascensor de San Pedro, el polígono de Morás, el puerto exterior de Langosteira y el hotel Sada Marina.