El alcalde, Xulio Ferreiro, expresó a través de su blog en la web del Concello que, tras la ampliación del convenio suscrito en el 2000, la relación del Concello con el Deportivo da "un salto adelante". El regidor explica por qué el Gobierno local ha autorizado el uso comunicativo de un nombre comercial añadido a Riazor, que ahora se llamará Abanca-Riazor en las competiciones que organice el club de forma directa o a través de las federaciones nacional e internacionales, lo que asegura que supone "colaborar en el salto de calidad que el Dépor estará en condiciones de dar". La inyección económica que supondrá el patrocinio de Abanca, que el club no ha detallado, permitirá, a juicio del alcalde, acelerar "las obras de mejora en el interior y exterior del estadio" y beneficiar "a la cantera del Deportivo, el equipo femenino y las nuevas aspiraciones del primer equipo masculino en la Liga".

La modificación del nombre la ha criticado el BNG, que entiende que esta nueva denominación "representa una pérdida de identidad en beneficio de una entidad privada sin una compensación al interés general de la ciudad". Los nacionalistas manifiestan que "la situación económica" del Deportivo "no puede ser una excusa" que justifique el nuevo nombre de Riazor y lamentan que el "único beneficiario de la operación" será Abanca.

Ferreiro, en su declaración, recalca que el estadio es "una joya a cuidar" ya que es un "patrimonio" de todos y por ese motivo el Concello ha reforzado su relación con el Deportivo. Juntos afrontan "una obra histórica de rehabilitación de las cubiertas del estado municipal". El Gobierno local invertirá 8,3 millones de euros mientras que el club se hará cargo de las labores de mantenimiento cuando finalicen las obras, cuyo plazo expira en 2019, y reformará el exterior del estadio.