Un joven fue condenado a 16 meses de cárcel por conducir ebrio sin carné un coche tras darse a la fuga con él de un taller de O Temple. El procesado admitió ante el juez de Penal 3 que le pidió al propietario del establecimiento, que tenía el vehículo a la venta, si podía dar una vuelta a la manzana para probarlo porque estaba interesado en adquirirlo. En cuanto obtuvo su consentimiento, arrancó y se dio a la fuga. El sospechoso condujo, a pesar de carecer de licencia, "durante un trayecto no determinado" hasta que sobre las tres menos cuarto de la madrugada del día de los hechos, el 21 de octubre de 2011, comenzó a hacer trompos en pleno centro de A Coruña, en la intersección de las calles Corralón y Orzán, además de circular a una velocidad elevada.

Agentes de la Policía Local se desplazaron hacia la zona y le dieron alcance a la altura de la calle Fita, pues cuando giró "de forma brusca" impactó contra un bolardo y detuvo la marcha del automóvil. Un equipo de atestados le practicó la prueba de alcoholemia, en la que arrojó un resultado de 0,47, cuando lo máximo permitido son 0,25. Durante la intervención policial, cuando los funcionarios le requirieron que se identificase, se hizo pasar por su hermano.

El juez explica en la sentencia que, de esta forma, consiguió que las pruebas de alcoholemia se cumplimentasen con el nombre de su familiar. El imputado, respecto a la titularidad del turismo, argumentó que lo había comprado y que estaba "tramitando la transferencia". El vehículo, un Renault Clio, resultó con numerosos desperfectos, cuya reparación fue tasada en 639 euros.

El condenado admitió que antes de ser interceptado por los agentes de la Policía Local tuvo tiempo para sustraer una motosierra valorada en 800 euros que se encontraba en el maletero del automóvil. La Fiscalía llegó a un acuerdo sobre la pena con la defensa antes del juicio, por lo que la vista oral no se celebró y el magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso porque fue dictado bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el procedimiento judicial.

El sospechoso se declaró culpable y aceptó ser penado a 16 meses de prisión como autor de un delito contra la seguridad vial con conducción sin haber obtenido nunca el permiso, y de otro delito de hurto. El juez tuvo en cuenta a la hora de dictar la sentencia la agravante de reincidencia. El procesado, que cuando sucedieron los hechos tenía 26 años, había sido sentenciado en cuatro ocasiones por robos; en tres por hurtos; en una por resistencia grave a la autoridad; en una por estafa; en otra por quebrantamiento de condena; y en dos por delitos contra la seguridad vial.