Un joven de 19 años ha aceptado ser condenado por propinarle una patada a su hermana de 14 años durante una discusión en el domicilio familiar, en el que convivían con su madre y su abuela. El procesado reconoció ante el juez de Penal 1 que el pasado 17 de diciembre por la mañana mantuvo una discusión con la víctima en el piso en el que ambos residían, situado en la ronda de Outeiro. "Con ánimo de menoscabar su integridad física", según relata el magistrado en la sentencia, con la que se mostró conforme el joven, le dio una patada, al tiempo que le advirtió: "Si te doy una patada de verdad, te rompo las costillas".

La menor no sufrió ninguna lesión que requiriese asistencia médica como consecuencia de la agresión. Durante el transcurso de la disputa el sospechoso también rompió la puerta del baño de la vivienda. Al juez no le consta el valor de su reparación porque nadie reclamó ser indemnizado, según indica en el fallo, por lo que no condenó al acusado a abonarla.

El juzgado que dirigió la investigación sobre los hechos impuso al condenado como medida cautelar el 21 de diciembre de 2016 la prohibición de acercarse o comunicarse con su madre y hermana hasta que se dictase sentencia.

El representante del Ministerio público demandaba en su escrito de calificación que el sospechoso fuese condenado como autor de un delito de maltrato familiar a siete meses y un día de cárcel, a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años y a la prohibición de aproximarse a su hermana y a su domicilio durante un año y siete meses. Finalmente, la Fiscalía y la defensa del imputado llegaron a un acuerdo antes del juicio sobre la pena, por lo que la vista no se celebró y el juez dictó sentencia oral en la sala.

El procesado se declaró culpable de un delito de maltrato familiar y aceptó que el titular de Penal 1 le impusiese veinte días de trabajos en beneficio de la comunidad y la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de su hermana y su vivienda durante nueve meses.