La campaña municipal que trata de impulsar comercial y económicamente determinados barrios llega a la Ciudad Vieja. El Concello ha licitado la elaboración de un plan de dinamización comercial y estudio de impacto económico en el casco histórico, una iniciativa similar a la que hace unos meses planificó para Os Mallos, con la que pretende clarificar las necesidades de la zona vinculadas estrechamente a sus condiciones residenciales y de accesibilidad y movilidad.

El contrato, licitado por 14.000 euros y con el límite para la presentación de ofertas fijado para mañana, recoge la realización de un diagnóstico del sector comercial, hostelero y de servicios de la Ciudad Vieja, la evaluación del impacto económico que supondría la implantación de un plan de revitalización de los negocios y la identificación de las necesidades estratégicas de los sectores.

Para definir estos objetivos y reforzarlos, los encargados de elaborar el plan realizarán un censo de bajos comerciales vacíos, estudiarán demandas y sugerencias a través de canales participativos, compararán modelos de gestión comercial en otros ámbitos históricos de Galicia y organizarán un debate público sobre los resultados del diagnóstico.

Procesos como estos o parecidos se han puesto en marcha recientemente en Os Mallos, así como en otras zonas comerciales como la calle Barcelona en mandatos anteriores. En la Ciudad Vieja la reacción inicial de los comerciantes a este plan revitalizador de su actividad combina el agradecimiento a la "buena intencionalidad" del Concello con la desconfianza hacia los resultados del propio plan.

"Hacer estudios y diagnosis siempre está bien, pero ¿qué soluciones van a ser efectivas?", se pregunta Adolfo López, presidente de la asociación de comerciantes de la Ciudad Vieja, quien duda del alcance del plan y en todo caso propone extenderlo a otras zonas vinculadas al casco histórico como Panaderas, plaza de España y Pescadería.

"Sale más barato que nos pregunten directamente a los comerciantes, porque si ahora vamos a tener que escuchar lo que ya sabemos todos los días... No estamos en contra del plan, pero creemos que hay que ser más audaz, sentarse y hablar por zonas", comenta.

López alude a algunos de los problemas de la Ciudad Vieja que repercuten en la actividad comercial y condicionan su progreso, que coinciden con los apuntados también en la introducción de la licitación municipal: "La gente no viene a la Ciudad Vieja a comprar algo a no ser que esté de paso. Acceder a la zona no es fácil, moverse por ella tampoco, y cuando termine de peatonalizarse...". El declive demográfico en el barrio y el proceso de rehabilitación de edificios son otros aspectos que provocan "déficit de clientela".