Tres ladronas que con frecuencia acudían al supermercado de la calle Parque, en Monte Alto, y se apoderaban de todos los productos que lograban esconder entre sus ropas, fueron sentenciadas a la prohibición de acercarse al establecimiento durante cuatro años. La juez de Penal 5 adoptó la medida por el "miedo" que les tienen los empleados, a quienes amenazaron con "mandar a la familia". Además, se comportaban "de forma agresiva" y les advirtieron de que tomarían represalias contra ellos.

Las tres mujeres fueron condenadas por robar en el supermercado dos veces en cuatro días en noviembre de 2015 e intentarlo una tercera, cuando fueron interceptadas por la Policía Nacional con varias tabletas de turrón y otros productos navideños entre sus ropas. El último botín tenía un precio de venta al público de 281 euros. "Era increíble la cantidad de tabletas de turrón que sacaron de entre la ropa", declaró en el juicio uno de los agentes que las detuvieron.

Las imputadas habían hurtado en el mismo establecimiento de la calle Parque tres días antes, el 13 de noviembre de 2015, cuando se apoderaron de lomo, pulpo, bonito, cecina y jamón serrano valorados en 123 euros. El día que fueron descubiertas, el 16 de noviembre de 2015, consiguieron robar la primera vez que entraron en el local, sobre las 18.45 horas, cremas, turrón, quitamanchas y maquinillas desechables, que costaban 503 euros. La encargada del establecimiento vio a las acusadas hurtar en el departamento de perfumería a través de las cámaras de seguridad de la oficina, pero cuando alertó a sus compañeros, ya habían abandonado el negocio. Tras salir con los productos, regresaron a los pocos minutos para sustraer comestibles navideños, por lo que los empleados las vigilaron y alertaron a la policía. Cuando se disponían a abandonar el supermercado, les exigieron que devolviesen los comestibles. "Armaron mucho follón, pero antes de que llegase la policía empezaron a sacarse las cosas de la ropa y a tirarlas en el suelo. Aún así, llevaban turrones encima cuando llegaron los agentes", relató durante la vista una de las trabajadoras.

A raíz de ser descubiertas el día 16 de noviembre, una de las dependientas recordó que había visto a las sospechosas en el establecimiento el día 13, por lo que revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad, que las captaron apoderándose de lomo, pulpo, bonito, cecina y jamón serrano.

La juez de Penal 5, además de la orden de alejamiento del supermercado durante cuatro años, sentenció a las sospechosas a 16 meses de prisión como autoras de un delito continuado de hurto y a indemnizar a la empresa con el importe de los productos que sustrajeron. La magistrada indica en la sentencia que no concurre la eximente o atenuante de estado de necesidad que reclamaba la defensa de las acusadas, pues "ni siquiera comparecieron en el juicio a fin de dar las explicaciones que a bien tuvieran".