Vecinos de la calle Barrera se quejaron durante las dos últimas semanas por los ruidos de una gaviota que se quedó atrapada, sin comida ni bebida, en un patio del segundo piso del número 10.

El Concello atendió sus quejas, pero al tratarse de una propiedad privada no pudo intervenir para ayudar al animal. Una de las vecinas, que se trasladó al edificio recientemente, le tiró "pan y agua" para evitar que la gaviota enfermase. "Es maltrato animal", señaló. Se puso en contacto también con protectoras de animales, pero no encontró ninguna solución hasta que decidió poner una caja en el patio con el fin de que el pájaro tuviese un apoyo para salir. La colocó el pasado jueves de noche y al mediodía de ayer, viernes, la gaviota ya había conseguido escapar.