Bien pero con dudas. Así se resume la primera impresión que tienen los representantes vecinales de los dos barrios más próximos a la Comandancia de Obras, Monte Alto y Ciudad Vieja, acerca del proyecto del Gobierno local para convertir estas instalaciones en un centro polivalente de actividades para la juventud. Decían que ayer aún no habían sido convocados por el Concello para conocer mañana a las 19.00 los detalles de la iniciativa en el centro cívico del casco histórico, pero por lo que han leído coinciden en señalar que el antiguo recinto militar merece tener un uso definido.

Más interrogantes se plantea la asociación vecinal de Monte Alto, As Atochas y Torre de Hércules. "Tenemos la impresión de que este plan sale de la nada, que es como improvisado. Hay dudas sobre varias cosas: si seguirá allí la gente que ahora lo ocupa, si se dilatará la rehabilitación del edificio que va a hacer el Ministerio de Fomento o si esos usos propuestos coincidirán con los que tendrá la cárcel cuando abra. Hacen falta aclaraciones", comenta el presidente, Alberte Fernández, que opta por la cautela.

"Cojo este proyecto con pinzas y no sé si verá la luz porque creo que el Gobierno local tiene frentes abiertos que van despacio o sobre los que no se sabe nada, como las obras en la cárcel o la reforma de la plaza del mercado de Monte Alto", reconoce Fernández, que advierte de la coincidencia de la conclusión de las obras en el edificio, si se cumple el plazo previsto de 16 meses de ejecución, con la cercanía de las elecciones municipales de 2019.

El Concello informó este lunes de que Fomento ya ha adjudicado la rehabilitación de tres de las naves del complejo militar, donde se instalaría el proyecto Naves do Metrosidero, pero aún no la ha publicado. El Ministerio, consultado por este diario, no lo ha confirmado.

Fernández da la bienvenida a un nuevo espacio para los jóvenes, aunque advierte de que la "gente mayor y otros colectivos" también necesita lugares de reunión pensados para ellos. "Creo que en este caso tiene que haber consenso y unanimidad política", añade, en alusión al plan en Comandancia de Obras.

También Pedro Roque, en la Ciudad Vieja, demanda más información para hacerse una idea más precisa del proyecto, del que en principio le parece positivo que tenga a los jóvenes como foco. "No hay nada en la zona para este tipo de actividades que se proponen, así que me parece bien la idea, pero es necesario profundizar para saber a qué colectivos va dirigido conocer su proyección. Es bueno dar uso a algo que ahora no lo tiene", comenta el presidente vecinal del barrio histórico.

Tanto Roque como Fernández se preguntan por el futuro de los okupas instalados en Comandancia desde noviembre del año pasado. El dirigente vecinal de la Ciudad Vieja aclara que su presencia, pese a hacerse duradera, "no causa molestias ni repercute en el entorno". "Se puede discutir la ocupación del recinto, pero también se puede discutir el abandono de instalaciones públicas", apunta.

El Gobierno municipal defiende que cuando Fomento finalice la reforma las instalaciones se adaptarán perfectamente a su propuesta para la juventud. Naves do Metrosidero apuesta por espacios para actividades artísticas y ensayos, práctica deportiva, talleres de formación y lugares de convivencia con servicios. Este proyecto releva al que había planificado el Gobierno anterior del PP en el mismo lugar, un laboratorio del sector textil y del diseño al que había denominado Cidea.