La veintena de personas que desde el mes de septiembre trabajan para dotar de contenido a una parte del interior de la antigua cárcel provincial desconocen todavía de qué espacio podrán disponer para el desarrollo de las actividades propuestas. Los miembros de Proxecto Cárcere, adjudicataria de la gestión del penal durante el periodo de cesión del inmueble al Ayuntamiento por dos años, admiten que hasta ahora el colectivo ha estado trabajando "desde lo abstracto", con más teoría que práctica, y se mantienen a la espera de que el Gobierno local les confirme la superficie habilitada tras la remodelación parcial del edificio, prevista para terminar a finales de año, y la fecha del comienzo de la actividad.

El acondicionamiento de la cárcel en cubiertas, patios y espacios interiores debería estar a punto de concluir, aunque el Concello, consultado ayer por este periódico, no ha explicado en qué fase se encuentran las obras. El Gobierno municipal calculó al adjudicarlas a comienzos de octubre que su duración sería de 56 días, para que una parte de la instalación comenzase a funcionar a pleno rendimiento a partir de enero. Los trabajos comenzaron el 31 de octubre y tras casi dos meses no parecen haber finalizado. O al menos Proxecto Cárcere no tiene constancia de ello.

"Hemos estado articulando los grupos de trabajo para ver qué se puede hacer en la cárcel y qué no se puede hacer por razones de espacio. Estamos a la espera de una reunión con técnicos del Concello para poder planificar una organización eficiente en espacios concretos, que todavía no sabemos", explica Laura Sánchez, una de las integrantes de Proxecto Cárcere.

El colectivo recalca que insistió al Gobierno local en que las obras de remodelación, que lleva a cabo la empresa Construcciones Ángel Jove, debían reforzar las condiciones de seguridad en el edificio penitenciario en rampas, accesos y fachadas, aspectos en los que se ha trabajado en los últimos dos meses.

La creación de un museo de juguetes, una biblioteca, talleres de carpintería y de bicicletas, aulas de baile, locales para la reunión de colectivos, una emisora radiofónica y espacios para charlas o exposiciones temporales son algunas de las propuestas que hasta ahora, de manera individual o por medio de asociaciones, han llegado a Proxecto Cárcere, repasa Sánchez. Pero estas y otras actividades dependen de la superficie habilitada en el interior de la vieja cárcel, que por el momento desconocen los responsables de su gestión.

Cuando la prisión reabra solo podrá acoger actividad durante un periodo aproximado de un año salvo que Interior y Concello prorroguen su acuerdo de cesión. Hasta ahora se licitó y adjudicó la gestión de nuevos usos, que recayó en Proxecto Cárcere y generó críticas del PP, que la ha recurrido en los tribunales, y se convocó el concurso para la remodelación parcial, de la que se encarga la adjudicataria con la impermeabilización del techo, la intervención en la instalación eléctrica y la habilitación de espacios.