La vigilancia desarrollada por la Policía Local en las calles de la ciudad sobre el comportamiento de los peatones se tradujo en la imposición de multas a ocho personas por diferentes infracciones de tráfico, según los datos disponibles hasta el pasado 20 de diciembre. Las sanciones tienen diferente cuantía económica en función de la infracción cometida, ya que atravesar la calzada cuando el semáforo está en rojo para los peatones se castiga con 200 euros, mientras que hacerlo por un lugar donde no hay paso de cebra implica una multa de 80 euros.

Las sanciones impuestas el año pasado son mucho menores que las de 2015, último ejercicio del que se tienen datos y en el que fueron 70 las denuncias efectuadas por los agentes. Pero, de todas ellas, solo tres se impusieron por cruzar en rojo o fuera de paso de peatones, ya que el resto fue por invadir la calzada de forma peligrosa para la circulación.

La Policía Local lleva a cabo en los últimos años una labor preventiva de los atropellos con el fin de reducir el número de los que se producen en la ciudad, ya que su número pasó de 109 en 2013 a 169 al año siguiente, cifra que se consideró muy elevada en comparación con el volumen total de accidentes. Esa actuación permitió que ya en 2015 la cifra de personas arrolladas cayera a 139, aunque en 2016 hubo un pequeño repunte hasta los 142, mientras que en 2017 volvió a conseguirse una importante reducción al contabilizarse 105 atropellos.

La relación entre este tipo de siniestros y las víctimas mortales es muy elevada, ya que tres de los cuatro fallecidos el año pasado en la ciudad lo fueron al ser arrollados por vehículos. El primero de ellos fue un estudiante de 19 años que fue alcanzado el 14 de abril por la noche en la avenida de Alfonso Molina a la altura de Matogrande . El suceso llamó especialmente la atención porque la víctima decidió atravesar la calzada a muy corta distancia de una pasarela peatonal y en una vía con una intensa circulación, pese a que lo hizo de madrugada.

Ese mismo mes, un hombre de 73 años fue atropellado en el cruce de la avenida de Monelos con la calle Vicente Aleixandre cuando cruzaba fuera de paso de peatones y poco después de bajar de un autobús. El 25 de mayo una mujer murió al ser alcanzada por un autobús urbano que efectuaba un giro de noventa grados en el cruce de la calle General Rubín con Pablo Picasso, en una maniobra que le dificultó ver a la transeúnte. Otra persona más falleció en un atropello el 28 de octubre, aunque el suceso está sometido a investigación judicial, ya que se sospecha que el hombre de 24 años fue arrollado a propósito en el paseo marítimo por un conductor con el que acababa de discutir.