Cáritas Diocesana considera que la Renda de Integración Social de Galicia (Risga) no cumple la función de facilitar la vida a las personas sin ingresos ante las condiciones que exige para tener derecho a esta ayuda. La exigencia de una vivienda estable y la carencia de pisos sociales en la ciudad impiden a muchas personas solicitar la Risga, según explicó ayer la entidad, que destacó además que los 400 euros que proporciona no permiten pagar un alquiler y la manutención de una persona.

Responsables de Cáritas se reunieron hace quince días con los del Concello para reclamarles la construcción de viviendas sociales y proyectan hacerlo en breve con los de la Consellería de Política Social. Los ayuntamientos de A Coruña, Santiago y Ferrol presentaron alegaciones conjuntas al decreto de inclusión social de la Xunta en las que piden una reforma de los criterios establecidos para la concesión de la Risga.