Los 15,19 millones de toneladas movidas en los muelles de la ciudad durante el año pasado constituyen un récord histórico para el puerto coruñés, que nunca había alcanzado esta cantidad. La cifra supone además un crecimiento del 9,1% sobre la registrada el año anterior y mantiene a A Coruña como la dársena gallega con mayor tráfico de mercancías.

Punta Langosteira ha jugado un papel decisivo en el aumento del movimiento comercial, ya que estas instalaciones acogen ya el 45% del tráfico de graneles sólidos, productos que experimentaron el mayor incremento el año pasado, del 16,4%, para llegar a los 5 millones de toneladas. El carbón, con una subida del 45% y 1,2 millones de toneladas, y el maíz, que creció un 35% y superó el millón de toneladas fueron los graneles con mejor comportamiento, seguidos por el cemento a granel, las harinas, abonos y cebada.

Los graneles líquidos sumaron 8,7 millones de toneladas al crecer un 7,6% gracias especialmente al petróleo crudo, que proporcionó 5,4 millones de toneladas. La mercancía general fue el único tráfico que cayó el año pasado, en un 9,7%, según la Autoridad Portuaria por "las variaciones en los flujos de la demanda de productos siderúrgicos y materiales de construcción".

La actividad en el puerto exterior generó el movimiento de 2,33 millones de toneladas de mercancías, lo que representa un aumento del 63% con relación a 2016, gracias a la instalación de los mayores operadores portuarios en esta dársena, a los que deben sumarse en el futuro otros cuya presencia ya está comprometida, como Repsol y Oil Deposit Corunna. La pesca fresca creció un 17% y superó las 51.000 toneladas, mientras que los cruceros sobrepasaron las previsiones establecidas por la Autoridad Portuaria al aumentar sus llegadas en un 45% sobre el año anterior. Las 120 escalas de buques hicieron posible la llegada de 184.000 pasajeros durante el año, lo que hizo de la ciudad la primera del norte en número de atraques y cruceristas.