- Su lista recibió el 75% de los vot os, pero acudieron a votar menos de la mitad de los militantes, ¿es significativa esta abstención?

-Como era una lista única la votación era casi un acto simbólico. Si hubiese más listas seguramente hubiese habido más participación, pero yo me encuentro satisfecha.

- ¿Por qué decidió dar este paso, porque su nombre, hasta que entró en la ejecutiva de Gonzalo Caballero, no había sonado en otras citas de la agrupación?

-Yo formé parte de la plataforma de apoyo a Pedro Sánchez y, como venían los procesos orgánicos, vimos que era necesario promover una renovación en la agrupación de A Coruña. Un grupo de compañeros y yo entendíamos que teníamos que dar el paso, así que, aunque la cabeza visible soy yo, la candidatura es coral y horizontal. Pensamos que hay que hacer un partido mucho más participativo, cohesionado y abierto a la sociedad y, por eso, decidimos poner a disposición del partido nuestra experiencia profesional.

- ¿Y está unida ahora la Agrupación, algo que no había pasado en los últimos años?

-Yo creo que sí, en las reuniones previas, yo dije siempre que nuestro proyecto era de militantes, que estaba todo el mundo invitado a participar, que yo quiero contar con todos y que, todas aquellas discrepancias que hubiéramos podido tener en el pasado, había que superarlas. La persona que no quiera participar será porque se autoexcluya, no porque nosotros no contemos con ella.

- Pero en las negociaciones para configurar la candidatura sí que hubo desencuentros y diferentes sensibilidades.

-En toda negociación hay que ser generoso y, aquí, lo prioritario era la agrupación y construir un proyecto común, así que, todos tuvimos que ceder un poquito.

- Entonces fue cuando decidieron unirse los barconistas y ustedes y que los afines a Jesús Fernández y otras sensibilidades integrasen las listas del comité central y el gallego, ¿no?

-Ahí hubo consenso, repartimos como un tercio de esas listas, no hubo complicación, sí que lo hubo en la configuración de la ejecutiva y en la Secretaría General y Secretaría de Organización. Intentamos hasta la tarde del viernes llegar a un acuerdo para hacer una lista en la que estuviésemos integradas las tres partes. Yo ya le dije a Jesús que quería contar con él porque es una persona muy comprometida y, en este momento, nos hace falta todo el mundo.

- La Agrupación Local tiene cierto peso en María Pita, ¿qué cambiará en el Concello a partir de ahora?

-El papel del grupo municipal fue complicado porque llevábamos más de un año con una gestora, que vino a cubrir un vacío, y que lo hizo lo mejor que pudo. Tendrán todo nuestro respaldo, pero sí que habrá una línea política que determinará la ejecutiva y que se trasladará a los concejales y se compartirá con los compañeros que representen al partido en las diferentes administraciones. La idea es unificar criterios y tener el mismo discurso para evitar discrepancias incluso dentro del partido.

- Pero la ejecutiva, ¿qué sensibilidad tiene sobre María Pita?

-El grupo hizo el trabajo que pudo hacer y no es lo mismo gobernar que estar en la oposición. El partido y los compañeros tienen un gran sentido de la responsabilidad y, por tanto, tenían que facilitar la gobernabilidad, pero tampoco se olvidan de que son oposición. El PSOE prioriza la responsabilidad y que hay que gobernar una ciudad. No se puede paralizar continuamente la aprobación de presupuestos o las medidas necesarias para que la ciudad funcione. La relación con Marea Atlántica la discutiremos en la ejecutiva.

- Empieza también la carrera para encabezar la lista del PSOE a la Alcaldía en 2019, ¿está en sus planes pasar de secretaria general a candidata a alcaldesa?

-No fue mi planteamiento, de todos modos, habrá unas primarias y yo votaré por el compañero o compañera que crea más cualificado y con más posibilidades de ganar en las elecciones municipales. Se hará un calendario y ya veremos quién se postula.

- En esta ejecutiva faltan nombres históricos, ¿han ganado, por fin, los jóvenes la batalla en el PSOE local?

-Vamos a contar con los compañeros que han estado durante años en puestos institucionales. Ellos han estado en primera línea y, ahora, estarán en segunda, aportando su experiencia en unas comisiones políticas que vamos a constituir. A esta gente hay que tenerla trabajando y apoyando al partido. No es que ganemos la batalla, es relevo generacional, es que cada uno tiene su momento y, ahora, ellos tienen que apoyar desde otro ámbito.

- ¿No es un poco ingrato ser la secretaria general en un partido que pierde votos en cada cita con las urnas?

-No es el mejor momento, pero cuando me hice militante también lo hice en un momento en el que el partido no estaba bien. Yo creo que hay que estar en las buenas y en las malas y yo lo asumo como un reto personal. A lo mejor, como mis compañeros, soy un poco ingenua o valiente de más, no lo sé, pero la izquierda es inconformista y vamos a intentarlo. El momento es ahora, cuando las cosas no pintan bien.

- ¿Cómo creen que pueden conseguir que los antiguos votantes del PSOE vuelvan a confiar en el partido?

-Creo que hay muchos votantes socialistas que nos están esperando, en las anteriores elecciones puede que no estuviésemos acertados, pero los coruñeses socialistas saben que sabemos gobernar y que podemos hacerlo.