La Consellería de Medio Ambiente hará un seguimiento de la actividad de la Refinería tras el fallo eléctrico que se registró el pasado 29 de enero y que provocó una parada imprevista en algunas unidades de la planta y causó una columna de fuego y humo visible desde diferentes puntos de la ciudad.

Repsol envió el pasado viernes un informe a Medio Ambiente para explicar las causas de esa parada imprevista. Según fuentes de la Refinería, se trató de "un fallo eléctrico en un compresor". La Xunta admitió haber recibido dicho documento y anunció que iniciará una inspección durante los próximos meses para seguir de cerca el funcionamiento de la Refinería. Esta vigilancia forma parte del "protocolo".

Repsol indicó cuando se produjo el fallo eléctrico que la situación estaba "dentro de los parámetros de funcionamiento" de la planta, por lo que "no supuso ningún riesgo".