Dos coches conducidos por jóvenes abandonaron esta mañana María Pita después de haber utilizado la plaza como improvisado aparcamiento, algo que está prohibido por ordenanza municipal desde la peatonalización de la zona a finales de los años ochenta. En torno a las diez de la mañana los vehículos desaparecieron del lugar buscando la salida hacia La Marina y cruzando todo el cuadrilátero.